Resumen
Une las dos orillas del Tíber y permite a miles de romanos y turistas desplazarse entre algunas de las zonas más bellas de la capital. Ponte Sisto es un puente exclusivamente peatonal, perfecto para quien está descubriendo la Ciudad Eterna a pie y desea inmortalizar el panorama circundante con fotos de recuerdo para tener siempre en el cajón. Desde aquí, se puede ver en la distancia la "cúpula" de San Pedro.
En el centro de los cuatro arcos, en el pilón central, se abre el llamado “occhialone”, un gran agujero utilizado en el pasado para controlar el nivel del Tíber.
Sin embargo, Ponte Sisto también esconde un lado oscuro y misterioso. Según la leyenda, cada año, el 7 de enero, el puente es cruzado por un carruaje fantasma que transporta el espectro de Donna Olimpia Pamphili, de la “la Pimpaccia”. Sobre ella, cuñada del papa Inocencio X, en el siglo XVII corrían rumores de todo tipo, no menos el que la describía como amante del pontífice. El 7 de enero, su fantasma se lanza desde Ponte Sisto en el Tíber, donde los demonios la esperan para llevarla al Infierno.