Grottaferrata

Enclavada entre los viñedos, en las laderas de los montes Albanos orientados a Poniente, su vocación agrícola se ha complementado a lo largo del tiempo con su función de elegante zona residencial de la capital, como demuestran las numerosas villas históricas. El nombre hace referencia a los orígenes de su principal monumento, la abadía fundada en 1004 por San Nilo, que llegó hasta aquí desde Rossano Calabro para escapar de las incursiones sarracenas. La Kryptaferrata, de la que tomó su nombre el pueblo, es la capilla original, derivada de un entorno funerario de la época romana, cerrada por pesadas puertas; La decoración, con historias de la vida del santo, es del siglo XVII, obra de Carracci y Domenichino. El edificio que la contiene es la basílica de Santa María, consagrada en 1024, pero con muchas modificaciones a lo largo de los siglos; la flanquea el palacio abacial, que alberga un museo y una biblioteca con contenidos muy notables. Los dos edificios, junto con otros accesorios, están encerrados dentro de una poderosa muralla del siglo XV, que dan al complejo una fisonomía inusual para un asentamiento religioso.