Resumen
Un museo al aire libre en el corazón de Sabina
Elegido como uno de los "pueblos más bonitos de Italia", Greccio, en la provincia de Rieti, ofrece a sus visitantes un patrimonio artístico y espiritual de peculiar belleza. Rodeado de naturaleza virgen y las montañas de la Sabina, la ciudad se encuentra en las laderas del Monte Lacerone.
Desde el Santuario de San Francisco, que creó aquí el primer belén, no te pierdas la espectacular vista de la verde cuenca de Rieti, entre robles y encinas. La visita a la ermita comienza en la impresionante capilla de la Natividad y continúa por estrechos pasillos a través de los lugares habitados por el santo y los primeros monjes.
Para sumergirte en la historia y la tradición de Greccio, visita su castillo. La estructura militar, construida en el siglo XI, estaba originalmente defendida por una muralla y seis torres. Hoy en día quedan tres, el mayor de los cuales se convirtió en un campanario en el siglo XVII. Cerca de esta torre, puedes bajar un largo tramo de escaleras que te llevará a la Iglesia de San Miguel Arcángel, excavada en una parte del castillo. Desde aquí se puede disfrutar de una vista panorámica de la plaza principal del pueblo.
Pero el museo más bello de Greccio se encuentra al aire libre y serpentea por las calles de su centro histórico: en las paredes de las casas más antiguas, varios artistas internacionales han creado 26 obras que rememoran escenas de la vida de San Francisco y evocan ideales de fraternidad, espiritualidad y amor a la creación.
02045 Greccio RI, Italia
