Resumen
Es la isla más exótica y salvaje de las Pontinas, la tercera en tamaño después de Ponza y Ventotene, y se considera una de las islas más bonitas del Mediterráneo. Un paraíso de ensueño llamado isla de Palmarola con el encanto de la naturaleza virgen en un territorio no modificado por la presencia humana. Casi completamente deshabitada, a excepción de unas pocas viviendas en el embarcadero de Cala del Porto, desde 1998 es una reserva natural protegida única gracias a los farallones, las cuevas, las pequeñas playas, las casas cueva rupestres excavadas por el viento y las bahías vírgenes de una belleza impresionante.
Solo se puede acceder a Palmarola desde el embarcadero de Cala del Porto, donde encontrarás el único pequeño restaurante en el que comer algo. Entre los lugares de interés que no te puedes perder destacan, sin duda, la Catedral, una formación rocosa que recuerda a una catedral gótica, cerca de Punta della Brecce, y Cala Tramontana. Aquí encontrarás un paisaje espectacular de cuevas excavadas en las rocas.
De obligada visita son también Scoglio Scuncillo, un islote que se asemeja a una concha, y los escollos de I Piatti y Le Galere, de obsidiana. En Punta di Mezzogiorno podrás admirar los imponentes farallones y, en la Gruta del Gato, encontrarás una fuente de agua dulce que se vierte en el mar.
Isola Palmarola, Ponza LT, Italia
