Museo del Salchichón de Felino, un destino para verdaderos gourmets
En Felino, en los sótanos de un castillo del siglo XVIII, entre la llanura y las colinas, se encuentra el Museo del Salchichón de Felino.
En su interior se descubre no solo la historia del salchichón y su preparación, sino también el territorio que lo produce.
Te advertimos que es una zona preciosa que visitar.
Una historia antigua
En Felino, la relación del hombre con los cerdos tiene raíces tan antiguas que se remonta a la Edad de Bronce. Aquí, en el pueblo de Monte Leoni, se encontraron fragmentos de huesos que cuentan una historia muy antigua.
El salchichón, en cambio, empezó a mencionarse oficialmente en 1436: en un documento de ese año, un caudillo a las órdenes del duque de Milán destinado aquí encargó 20 cerdos para hacer salchichón.
Al principio, era difícil obtener un salchichón sabroso sin demasiada sal, pero en este ámbito se desarrollaron técnicas cada vez más refinadas para limitar el uso de la sal. Utilizaron la de la cercana Salsomaggiore, de excelente calidad.
En el siglo XIX, en Felino se producía más salchichón que en cualquier otro pueblo de la zona y se enviaba también a Lombardía.
En la actualidad se producen 8000 toneladas anuales, que llegan a todos los rincones del mundo.
Una fiesta para el paladar
El salchichón de Felino era ya tan popular en la Edad Media que el escultor Benedetto Antelami lo representó en un bajorrelieve en el baptisterio de Parma y el cocinero de la corte de la familia Farnesio lo propuso en dos banquetes. Hasta entonces, se consumía cocido. No fue hasta la segunda mitad del siglo XVIII cuando la gente empezó a comerlo crudo cortándolo en finas rodajas. Tradicionalmente, se corta en un ángulo de 60°, para que no se deshaga cuando se come fresco.
El museo del castillo
El primer núcleo del castillo de Felino, cuyas bodegas albergan el museo, data del año 890. En su momento, solo era una torre del homenaje, ampliada y fortificada con el tiempo. A lo largo de los siglos perteneció a las familias Pallavicino, Sforza y Farnesio.
El recorrido por el museo comienza con los testimonios históricos que vinculan la zona de Felino con su salchichón y continúa con la gastronomía en los espacios de las antiguas cocinas: la boca se te hará agua. A continuación, pasamos a los productos del cerdo, ilustrando cómo se producía el salchichón en todas las granjas de la zona. Y, por supuesto, no falta información sobre cómo se produce hoy en día, manteniendo la receta tradicional.
Un recorrido por los alrededores
Después de descubrir todos los secretos del salchichón y degustar unas cuantas lonchas, regálate un paseo por la zona.
A lo largo del arroyo se encuentran los restos de una granja de la época romana. También puedes visitar la iglesia de la Santísima Virgen de la Purificación, fundada en 1200 y reconstruida en 1600.
No muy lejos, en Mamiano di Traversetolo, da un paseo por el parque de la Villa Magnani, del siglo XIX, que ahora alberga un espacio de exposiciones. La colección permanente incluye obras de Carpaccio, Tiziano, Rubens, Cézanne, por nombrar solo algunas. En el jardín hay árboles centenarios, pavos reales blancos y una gran fuente.
Tel: 338.363.4773 - 329.475.5458 - 327.285.100