Sadali

Sube a más de 700 metros de altitud en una meseta calcárea (su Taccu), que abre las puertas de la Barbagia di Seulo y deja atrás el Sarcidano. Sadali es un pintoresco pueblo medieval de casi mil habitantes. Bosques de encinas, robles, alcornoques y matorral mediterráneo rodean el pueblo. El río Flumendosa da más encanto al paisaje, mientras que la meseta tiene un aspecto desnudo y estéril, salvo por las manchas de bosque que un tiempo la cubrían por completo. El territorio multiforme está habitado desde la época nurágica: cerca del pueblo se encuentra el nuraghe de Accodulazzo, donde se han encontrado piezas de obsidiana y cerámica prehistórica, así como fragmentos de cerámica romana. Su Taccu es un depósito de acuíferos que alimentan una miríada de manantiales, arroyos y cascadas, entre ellos su Stampu de su Turrunu, una maravilla natural en la frontera entre Seulo y Sadali. Es el resultado de un triple fenómeno kárstico: golondrina, cueva y resurgimiento con cascada y estanque. La ruta para llegar a ella pasa por las cercanas cuevas de Is Janas, hogar, según la leyenda, de tres hadas. Envueltas en un halo de misterio, las cuevas se extienden a lo largo de 300 metros y son visitables: un tesoro natural que ha resistido el paso del tiempo con seis ambientes formados por imponentes estalagmitas y estalactitas que se unen en columnas, flujos de color ocre y cortinas de mármol.