Resumen
Situado a casi mil metros de altitud, el pueblo de Villalago se destaca contra el cielo, dominando el panorama y el Valle de Lacu, llamado así por sus cinco lagos. La historia de este pequeño pueblo de la provincia de Aquila, se remonta a un pasado lejano: el pueblo, tal y como lo conocemos hoy, fue construido en el siglo XI por monjes benedictinos y, a finales de la Edad Media, sufrió la dominación de varias familias feudales. Como un castillo o una fortaleza, fascina por su esencia antigua: protegido por las montañas, entre bosques de robles y hayas, el pueblo histórico se abre, con sus antiguas casas y las huellas del pasado aún evidentes. Alrededor, los lagos: el lago de San Domenico, con sus aguas claras y verdes; el lago de Scanno, primero en tamaño y belleza; el lago de Pio, un oasis natural de aves acuáticas y un destino ideal para los amantes de la naturaleza.