6 destinos para ciclistas en el anillo del Véneto

La ruta comienza en el centro histórico de la laguna de Venecia y, una vez alcanzado el punto de embarque de ACVT en Tronchetto, se debe tomar el ferri en dirección a Lido Venezia. El recorrido empieza en la iglesia de San Nicolò y continúa hacia el norte, siguiendo las señales de la E5 por la ruta ciclista de las islas de Venecia.

Recorre la orilla de la laguna, cruza el Viale Santa Maria Elisabetta y, al llegar al paseo marítimo Marconi, admira el Hotel des Bains, el Casino, el edificio del Festival de Cine y el Grand Hotel Excelsior.

Sube al sistema ciclopeatonal de barreras detrás de los Murazzi, que protege la isla de las marejadas, y, desde la reserva natural de Alberoni, embarca hacia la isla de Pellestrina.

Al salir del ferri en Santa Maria del Mare, fíjate en la iglesia del siglo XVIII cerca del puerto de San Pietro in Volta y en las casas de los pescadores, bajas y rodeadas de huertos. Pedaleando hacia el sur, pasarás por el pueblo de Portosecco y las antiguas casas de Pellestrina.

Para los más valientes, hay un camino sin barreras que bordea la laguna y que lleva al sur de la isla, en dirección al fuerte y a la reserva natural de Ca' Roman.

Vuelve a subir al ferri para navegar hasta Chioggia.

Entre callejones y canales, el centro histórico de Chioggia le ofrece al visitante la catedral de Santa Maria Assunta, la antigua iglesia de Sant'Andrea y la torre medieval, así como un variopinto mercado de pescado entre la plaza y el Canale de la Vena.

A lo largo de la ruta de la sal, que unía la laguna con las ciudades del Véneto, detente en la corte benedictina del siglo XVI de Correzzola, todavía habitada y animada por agricultores y ganaderos. Llega hasta Pontelongo, sigue por la orilla del canal hasta Bovolenta, y continúa hacia los perfiles volcánicos de las colinas Euganeas, entre villas, pueblos y puentes de mampostería.

Ánimo: Abano y Montegrotto Terme están a solo 10 kilómetros.

¿Has descansado en los balnearios de Abano y Montegrotto? Ahora toca volver a la bicicleta: pedalea hacia Padua, por la ciclovía a orillas del canal Battaglia, uno de los canales más antiguos de Italia. La Villa Molin, construida por el arquitecto Scamozzi, es magnífica.

Hacia Bassanello, el Bacchiglione se divide en tres canales: sigue el que lleva a Padua, donde merece la pena visitar la capilla de los Scrovegni y la basílica franciscana, que alberga los restos de San Antonio. Subiendo por el río Bacchiglione en dirección Vicenza, el panorama dibujado primero por las colinas Euganeas y luego por las colinas Berici es encantador.

En Longare merece la pena desviarse hacia Costozza, poblada de extraordinarias villas. La llegada a Vicenza está marcada por el imponente campanario del Santuario de Monte Berico.

Detente un momento: Villa Almerico Capra, della La Rotonda, y el Arco delle Scalette, ambas obras de Palladio, merecen tu atención.

Al salir de Vicenza, verás reaparecer las aguas subterráneas al pie de la meseta de Asiago en los Resurgir del río Bacchiglione en Dueville . Verás numerosos edificios rurales en Sandrigo, famoso por su bacalao a la vicentina y las murallas y los castillos de Marostica, famosa por su Piazza degli Scacchi y por su exposición de cerezas. Finalmente llegarás a Bassano del Grappa, construida a lo largo del río Brenta, famosa por el puente de madera diseñado por Palladio, hoy símbolo de los Alpinos.

Desde el monte Grappa adéntrate en la Marca Trevigiana para llegar a Asolo, “la ciudad de los cien horizontes”, cuya imponente Rocca domina un paisaje de olivos y cipreses. En la cercana Maser encontramos otra villa palladiana, Villa Barbaro, y los cerezos que blanquean las colinas en primavera.. A continuación, la moderna Montebelluna, con sus museos de Historia Natural y Arqueología y el museo Scarpone y calzado deportivo.

En poco tiempo saldrás de la ciudad y entrarás en Montello, una colina en la llanura de Treviso. Por último, cruza el territorio de la Marca para llegar a Treviso.

Canales, fachadas con frescos, callejuelas, plazas: estás en Treviso, una ciudad con mil facetas.

Siguiendo el Sile, el río de manantiales más largo de Europa, desciende hacia la Laguna de Venecia. Te encontrarás con Casier, donde suenan las campanadas del reloj de agua, y Casale sul Sile, con su torre medieval del siglo XIV. A continuación, Dosson, cuna de la achicoria roja de Treviso y, poco después, Venecia. Se cierra el círculo.