Resumen
Incluso hoy, milenios después de su fundación, la profunda conexión entre la ciudad de Acqui Terme y sus aguas termales se hace patente ya en su nombre. Las propiedades curativas del agua que fluye en esta zona del Alto Monferrato ya eran conocidas en la época romana. Fueron precisamente los romanos quienes construyeron un complejo sistema de baños termales, como demuestran los bellos arcos de un acueducto de ladrillo rojo conservado cerca de los vanos del puente Carlo Alberto sobre el río Bormida.
La visita a Acqui Terme podría comenzar en el manantial de Bollente: en el centro geográfico de la ciudad, brotan aguas muy calientes de este manantial (a una temperatura de unos setenta y cinco grados) protegidas por una bella estructura arquitectónica octogonal.
Unos pasos más al sur, una carretera en suave pendiente enmarca la fachada de la catedral de Nuestra Señora de la Asunción, que debe visitarse a fondo antes de dirigirse al Museo Arqueológico de Acqui Terme, alojado en el castillo de los Paleólogo: el lugar ideal para descubrir cómo debía ser esta famosa ciudad balneario en la antigüedad.
15011 Acqui Terme AL, Italia
