Resumen
Jesi se alza sobre una colina en el valle inferior del río Esino, en la región de Las Marcas, a pocos kilómetros de Ancona. La ciudad es famosa por ser el lugar de nacimiento del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Federico II de Suabia.
Rodeada por una muralla perfectamente conservada, Jesi presume de un centro histórico lleno de tesoros artísticos y arquitectónicos que se pueden descubrir a pie. Empezando por la gran Piazza Federico II, construida sobre el antiguo Foro Romano. En ella destacan la Catedral de San Settimio y el Palacio Balleani, de estilo rococó, el Convento de San Floriano, dedicado al patrón de la ciudad, y el elegante Palacio Ripanti. Desde allí, entre estrechas callejuelas y sugerentes vistas, se llega en pocos minutos a pie a otros lugares emblemáticos de la ciudad, como la Piazza Colocci, en la que se alzan el Palazzo della Signoria, el Palazzo Colocci Vespucci y el Palazzo Bisaccioni, o como la Piazza della Repubblica, dominada por el Teatro Pergolesi, la Iglesia de la Adoración Eucarística Perpetua y la elegante Loggia de la Fontana dei Leoni.
Pero las maravillas de Jesi no se detienen en el centro histórico. Alrededor de la ciudad, en la región de Las Marcas, uno puede sumergirse en la naturaleza incontaminada de la Reserva de Ripa Bianca o explorar el vino Verdicchio dei Castelli di Jesi, entre pintorescos pueblos como Castelplanio y Castelbellino o la silenciosa Badia di San Benedetto de' Frondigliosi.
