La playa de Mezzavalle y sus 10 hermanas en la Riviera del Conero

De arena fina, la playa de Mezzavalle es el lugar ideal para los amantes de las playas vírgenes. A esta playa libre y sin establecimientos para el baño se puede llegar por mar o a pie a través de dos caminos que descienden por la ladera, uno más largo y intricado, el otro más corto y empinado. Con vistas al majestuoso paisaje de la montaña Conero, esta playa es tan salvaje como maravillosa.

Debajo del monte Conero, las dos hermanas son las dos piedras blancas a los extremos de la bahía. Esta playa de grava fina, no tiene chiringuitos ni bares: solo se puede llegar por mar con las excursiones que salen de Numana y Sirolo. 

Rodeada de vegetación y aislada, se puede llegar caminando unos 30 minutos por un pequeño sendero que sale del Parco della Repubblica en Sirolo o con un servicio lanzadera. Esta playa sí que dispone de establecimientos para el baño.  

Se puede llegar a pie desde la playa de San Michele: el nombre deriva de las rocas oscuras que se encuentran en el fondo del mar.

De arena y cantos rodados, está mayoritariamente ocupada por sombrillas y tumbonas, con pocos tramos de playa libre. Queda cerca de Sirolo y se puede llegar fácilmente a pie, en autobús o en coche. 

En Numana Alta, es una playa mayormente equipada, a la que se puede llegar a pie desde Spiaggiola. La poca profundidad de sus aguas la hacen perfecta para explorarla con gafas y aletas. 

De arena y grava, se puede llegar fácilmente desde Numana y cuenta con numerosos servicios.  

Junto al centro histórico, se encuentra la gran playa equipada de Numana, a la que se puede llegar fácilmente a pie o en bicicleta.

Gran playa equipada de arena fina a lo largo de la aldea de Marcelli en Numana, a la que se puede llegar a pie, en coche y en bicicleta.

Cómoda playa de grava fina, que alterna los establecimientos para el baño con tumbonas y las zonas de playa libre. En el paseo marítimo también hay un área de descanso habilitada para campistas.

Playa al estilo de la Riviera Romaña, a lo largo del paseo marítimo cerrado al tráfico, accesible a pie o en bicicleta.

Pasar unos días de relax en el Parque Natural de la Riviera del Conero, con su litoral único y sus aguas cristalinas, significa poder disfrutar de cada paso y maravillarse a cada brazada.