Resumen
Establecido en el palacio Gualteroni del siglo XVIII, en el centro histórico, el museo se instituyó en 1974 para difundir el conocimiento de los aspectos naturalistas del territorio, gracias a la donación por parte de Giacomo Perego de numerosos hallazgos de minerales de su propiedad. Por dentro se divide en una sección dedicada a las ciencias de la tierra y en otra dedicada a los animales de este territorio. Particularmente interesantes son tanto los grandes dioramas dedicados a los entornos naturales locales (del bosque, de la montaña y del fondo del valle), como los dos más pequeños. Uno trata de las capacidades miméticas de la perdiz blanca, la liebre de montaña y el armiño, mientras que el otro muestra una imagen de la vida nocturna en el campo.