Resumen
El pulmón verde de Brianza
Con 720 hectáreas, el Parque de Monza es uno de los mayores parques cerrados de Europa. Su historia comenzó en 1805 a instancias del emperador Napoleón. Hoy, el Parque es una auténtica joya lombarda donde lugareños y turistas se detienen para relajarse en la naturaleza, disfrutar de los deportes al aire libre o visitar alguna de las muchas joyas culturales que alberga este pulmón verde.
Empezando por la Villa Reale, o Reggia di Monza, un auténtico Versalles italiano: un edificio elegante y majestuoso a la vez, que sorprende a los visitantes por la magnificencia de sus 740 salas y la variedad de exposiciones y espectáculos que se celebran aquí cada año. La Villa está rodeada por los Jardines Ingleses, con el Lago de los Cisnes y su pequeño templo y la Gruta de Neptuno. También merece la pena visitar el Torreón neogótico con sus murallas.
Pero el parque también mantiene viva su vena rural gracias a las numerosas granjas diseminadas por la zona, como Cascina San Fedele, Cascina Bastia y Cascina Frutteto. En la avenida Mulino del Cantone, te toparás con una gigantesca instalación de 10 metros de altura: es El Escritor, una enorme mesa y una silla que simbolizan la soledad de todo autor.
La mejor forma de visitar el parque es en bicicleta, pero a los más pequeños también les encantará el tren panorámico. Los ojos bien abiertos a los animales que pueblan la zona, desde conejos a patos, pasando por ardillas y zorros. Por último, detente en el amplio césped para disfrutar de un pícnic al sol.