Un domingo en la ciclovía del Mincio
3 minutos
Una de las rutas ciclistas italianas más sugestivas, la ciclovía del Mincio es una ruta muy fácil: conecta Peschiera del Garda con la ciudad de Mantua, pasando por campos de amapolas y trigo de pueblos encantadores y bordeando el río Mincio, en un recorrido de casi 50 km. Sol, viento en el pelo y naturaleza: una ruta panorámica ideal para pasar un domingo fuera de los esquemas habituales.
La ciclovía del Mincio es perfecta para toda la familia
La ciclovía del Mincio, un tramo de la más amplia Ciclovía del Sol EV7 que conecta el Cabo Norte con Malta, es una de las más bellas de Italia septentrional.
Sus desniveles moderados y su precisa señalización la hacen apta para todas las edades, siendo el destino ideal para familias y para quienes disfrutan pasando un día al aire libre mientras hacen ejercicio saludable.
La pista es bidireccional, completamente asfaltada y aislada del tráfico de vehículos, y se puede recorrer en unas cuatro horas, atravesando las colinas de la morrena, un paisaje con numerosas bellezas naturales y pueblos medievales de antiguo encanto.
De Peschiera del Garda a Borghetto sul Mincio
El recorrido de la ruta ciclista del Mincio, la denominada "autopista verde" más larga de Italia, comienza en Peschiera del Garda.
Siguiendo lo que en su día fue el trazado del antiguo ferrocarril Mantova-Peschiera, en funcionamiento de 1934 a 1967 y del que aún se puede ver un edificio a la altura de Salionze, se recorren los primeros 15 km por la zona del Alto Mincio.
Desde la ciudad fortaleza de Peschiera, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se puede seguir la ruta ciclista por dos puntos: la vía Valeggio, bordeando parcialmente la SR249, o la vía Campo Sportivo, cerca de Porta Brescia y del centro histórico de la ciudad. Pero antes de subirte al sillín has de visitar Peschiera, un pueblo situado junto al lago de Garda, rodeado de murallas venecianas con un sistema defensivo de cinco torreones.
Una vez llegues a la orilla del río Mincio en bicicleta, sólo tienes que seguir la ciclovía que te llevará primero a Ponti sul Mincio, famoso por su Forte Ardietti, y luego a Monzambano, cuya iglesia de San Michele domina el valle desde lo alto.
A continuación, llegarás a Valeggio sul Mincio, una ciudad de arte que ha sido galardonada con la prestigiosa Bandera Naranja del Touring Club por sus callejuelas, sus mansiones históricas y el Castillo Scaligero.
Finalmente, llegarás a Borghetto sul Mincio, uno de los pueblos más bellos de Italia. Aquí merece la pena que hagas una parada: el encanto de la historia y de los antiguos molinos se funde con el de la naturaleza, en cuyos miradores sobre el agua también podrás disfrutar de la observación de aves.
De Borghetto a Massimbona
Salimos de Borghetto y continuamos unos 12 km por la ciclovía del Mincio hacia Pozzolo, un pequeño pueblo en la orilla izquierda del río, donde podemos ver otros antiguos molinos de agua.
Continúa hasta Volta Mantovana, un característico pueblo medieval a los pies del Palazzo Gonzaga.
En este punto, puedes desviarte para visitar el pueblo de Massimbona: ahí podrás admirar uno de los molinos más antiguos, que data de los siglos XIII-XIV, que se encuentra junto a una hermosa y pequeña iglesia, el Oratorio de San Pedro, de estilo románico.
De Massimbona a Mantua
Ya has llegado casi a la línea de meta, te quedan por recorrer los últimos 18 km aproximadamente.
Desde Massimbona pedalearás hacia Mantua. Antes de llegar a tu destino, puedes realizar unas paradas muy interesantes.
La primera será en el Parque delle Bertone, un bosque-jardín típico de la época romántica, con miles de árboles y cigüeñas blancas: un lugar encantado en el que la disposición de las plantas crea encantadoras vistas panorámicas, con juegos de luz y color que varían de una estación a otra.
La segunda parada será en Grazie di Curtatone, un pequeño promontorio entre juncos y pantanos, en el pueblo conocido por su santuario mariano, la antigua armería y la Feria delle Grazie durante el día de Ferragosto con los Madonnari (pintores en el suelo), y también por la espectacular floración del loto, que te introducirá en una dimensión de fábula.
Finalmente, ya estás en Mantua, la última etapa de tu cicloturismo. Enclavada como una península en los meandros artificiales del río Mincio, la ciudad de los Gonzaga tiene mucho que ofrecerte, también en bicicleta, entre arte, cultura y naturaleza.
La ciclovía del Mincio es una ruta perfecta para disfrutar de vistas, paisajes y pueblos totalmente italianos, algunos poco conocidos, pero de una belleza encantadora.
