Resumen
Evidentemente, esta no es la única calle del centro histórico de Cremona que ofrece oportunidades para ir de compras. Via Solferino, sin embargo, tiene la peculiaridad de poner uno frente al otro a dos escaparates de la gastronomía local, que para la ciudadanía son otros tantos estandartes de identidad. En el número 25 se encuentra la tienda Sperlari, como dirían los ingleses established in 1836, y en el 30 está la pastelería Lanfranchi, un local histórico que hoy es multimarca, aunque sigue siendo muy conocido por su producción artesanal. La mostaza también impera en Via Solferino: Fieschi la produce desde 1867.
El barrio tiene muchos siglos de historia a sus espaldas, porque prácticamente a la misma altura que las pastelerías enfrentadas se encuentra (en los sótanos del número 33) un tramo superviviente de la «strada basolata», de época romana. El adjetivo hace referencia al tipo de pavimento con el que se hacían entonces las carreteras principales, para que fueran más transitables y más duraderas. Los «bàsoli» son, de hecho, losas de piedra pulida, con la cara inferior en forma de cuña incrustada en el suelo. En términos de antigüedad, Cremona fue fundada en el año 218 a. C.
El tramo de carretera empedrada, que en los meses de verano se puede visitar gracias a los voluntarios del Touring Club Italiano a través de una de las iniciativas Aperti per Voi (Abiertos para vosotros), salió a la luz a finales de los años 60 del siglo XX mientras se trabajaba en el edificio de la Cámara de Comercio. También se puede ver una acera y un fragmento de tubería de plomo para el transporte de agua.
Via Solferino, 26100 Cremona CR, Italia
