Resumen
Entre las obras maestras medievales más bellas de Italia
En Parma, en la plaza del Duomo, se alza la catedral de Santa María Assunta. Consagrada en 1106, es un ejemplo perfecto de arquitectura románica.
La fachada a dos aguas está formada por arcos y columnas y tiene tres órdenes de logias, la más alta de las cuales sigue el curso del techo. La catedral tiene tres entradas: la puerta central es la más grande y está coronada por un arco de medio punto, sostenido por dos columnas corintias que descansan sobre dos leones de mármol blanco y rojo, símbolo de la doble naturaleza humana y divina de Cristo.
Si el exterior de la catedral parece más bien sobrio, el interior está lleno de decoración gótica y renacentista. La cúpula está pintada al fresco por Correggio, con la grandiosa obra en perspectiva de la Asunción de la Virgen. En el crucero derecho se encuentra el bajorrelieve de Benedetto Antelami, la Deposición de la Cruz. La nave central está acompañada por el ciclo de frescos de la vida de Cristo, pintado por Lattanzio Gambara.
Merece especial atención la cripta, de estilo románico con influencias gótico-renacentistas. Un entramado de columnas y pequeñas bóvedas de crucería alberga las reliquias de San Bernardo de Uberti, patrón de la diócesis.