Resumen
Se trata de la bodega y la granja de Maurizio Vallona, quien, además de ser viticultor, ha ampliado su negocio recuperando dos antiguos molinos de agua para moler a la piedra las variedades de trigo que cultiva personalmente. En la elaboración del vino, la innovación se fusiona con la tradición tomando injertos de cepas añejas de un viñedo centenario y recuperando la antigua costumbre de alternar distintas variedades de uva en un mismo viñedo. La idea de Maurizio es cultivar y producir respetando la naturaleza y el territorio, teniendo siempre en el punto de mira la excelencia y la experimentación para mejorar constantemente. Así, los vinos producidos son únicos y con carácter, con una fuerte identidad que les permite ser reconocidos. Las harinas también son el resultado de mezclas antiguas y de un par de variedades modernas, que les confieren características diferentes. Por esta razón, son muy apreciadas por las «trattorie» de la zona, donde las encontramos reelaboradas en recetas tradicionales.