Resumen
Reconocible por sus características cúpulas y su robusto campanario de traquita, la catedral de Bosa fue reconstruida a principios del siglo XIX por el arquitecto local Salvatore Are, tras haber sido ya remodelada en los siglos XV y XVI. La portada, entre el barroco piamontés y el neoclásico, está dividida en dos órdenes por un marco robusto. El interior se desarrolla en sentido longitudinal en un amplio vestíbulo y al final del coro se eleva la cúpula octogonal, decorada en 1877 por Emilio Scherer, que también pintó los frescos de la cuenca del ábside y los de los laterales del presbiterio. También son interesantes el coro de madera y los muebles de la sacristía, realizados en 1803. En la tribuna encontramos un órgano de la fábrica española De Orqueña, inaugurado en 1810 y restaurado varias veces. El Tesoro (en la sacristía mayor) conserva algunas piezas notables de platería, entre ellas una preciosa reliquia del siglo XVI de la escuela de Cagliari.