El centro histórico de Caggiano
Historias de familias nobles y Caballeros Templarios
Caggiano, ciudad histórica de Campania, encaramada en una colina, disfruta de la vista del paisaje circundante, con suaves extensiones de trigo y viñas, montañas escarpadas, serenos amaneceres y magníficas puestas de sol que se sumergen en el Golfo de Salerno en el horizonte. Ser el segundo municipio más alto de la provincia de Salerno, a 828 metros sobre el nivel del mar, tiene ciertamente sus ventajas. Los que la miran desde fuera ven un grupo de casas apoyadas unas en otras, las más exteriores se levantan sobre muros tan antiguos que parecen parte de la propia montaña. Unas murallas que todavía hoy están acompañadas por un poderoso castillo, corazón y guardián del pueblo.
Por qué es especial
Cualquiera que entre en el centro histórico de Caggiano tendrá la sensación de transportarse en el tiempo a la Edad Media gracias al intrincado entramado de calles estrechas, escaleras y plazas llenas de huellas del pasado. Un detalle que llama la atención es la elegancia de muchas de las puertas que dan a las calles: pesadas puertas de madera con postigos de hierro, cerradas por arcos de piedra con decoraciones y escudos. Son los "truzzulatùr", creados para dar testimonio de la importancia de la familia que vivía en esa casa. Una tarea que han llevado a cabo con diligencia hasta hoy, manteniendo vivos los emblemas de las antiguas familias nobles.
No hay que perderse
La Iglesia del Santissimo Salvatore es uno de los edificios de culto del pueblo. No es la más antigua, pero ciertamente sobresale en importancia. Las tallas circulares que decoran su fachada intrigan a los transeúntes más atentos, pero es en el interior donde los aficionados a la historia pueden encontrar el pan para sus dientes: paralelamente a los portales, las capillas laterales de la iglesia mantienen la dedicación a las familias más influyentes del pueblo, proporcionando nuevas piezas para entender la historia y la sociedad del antiguo Caggiano.
Un poco de historia
Interesantes descubrimientos arqueológicos, como cerámicas, ornamentos, fragmentos de esculturas, cippus y altares, han permitido remontar los orígenes de la villa a los siglos VIII y VII antes de Cristo. Se supone que el nombre actual proceda del de un asentamiento surgido sobre los restos de "Ursentum", que los habitantes habrían llamado Caiano y Caggiano a principios del Renacimiento. Tras haber sido un importante asentamiento fortificado romano, Caggiano adquirió notoriedad en el siglo X cuando los normandos, bajo el mando de Roberto Guiscard (primer rey de la dinastía normanda), construyeron el magnífico castillo que hoy domina toda la ciudad.
Curiosidades
En la antigüedad, esta pequeña aldea servía de parada para los peregrinos y los templarios en su camino a Jerusalén. Fueron precisamente los templarios los que construyeron una mansión en Sant'Agnese. Hoy en día, el edificio ya no existe, pero el recuerdo de la presencia de los caballeros permanece intacto gracias a los símbolos vinculados a ellos que se pueden encontrar aquí y allá en el pueblo, y a la leyenda según la cual, durante un tiempo, se colocó una piedra del Templo de Jerusalén fuera de la Iglesia de Santa Maria dei Greci.
Credit to: Gianfranco Vitolo