Resumen
Principal fortificación y uno de los monumentos más significativos de Tarento, el Castillo Aragonés, también llamado Castel Sant'Angelo, se encuentra en la frontera entre la ciudad vieja y el pueblo nuevo de la capital jónica. Con su planta cuadrangular y su gran patio central, se sitúa debajo del famoso puente giratorio que conecta la isla artificial de Borgo Antico con el continente.
El primer núcleo data del año 780 y fue construido por los bizantinos para defenderse de los ataques de los sarracenos y de la República de Venecia. Su ampliación fue encargada en 1486 por Fernando I de Nápoles al arquitecto e ingeniero militar Francesco di Giorgio Martini. El imperativo era adaptarlo a los nuevos criterios impuestos por el perfeccionamiento de la artillería. Este castillo, caracterizado por torreones cilíndricos y pasarelas internas, ha sido protagonista de las vicisitudes de la comunidad de Tarento a lo largo de los siglos.
Hoy se pueden admirar sus salas, incluida la de tortura, y la capilla renacentista de san Leonardo, que, con el tiempo, pasó a ser cuerpo de guardia y caballeriza, pero que se reconsagró de nuevo en 1933. A lo largo de los pasillos encontrarás expuestos restos recuperados en excavaciones en la ciudad y en el castillo, y en el exterior podrás caminar por las murallas para disfrutar de un paisaje impresionante.
P.za Castello, 4, 74123 Taranto TA, Italia