Cassano delle Murge, entre olivares y huertos
El itinerario comienza en la frontera con Basilicata y, tras unos kilómetros, toca Gravina di Puglia, famosa por su ciudad subterránea excavada bajo el centro histórico, los barrancos sobre los que se asienta y sus vinos. Prueba la Verdeca di Gravina. Pedaleando a través de campos cubiertos de trigales, se llega a Altamura, conocida por su pan local. Tómate un descanso para visitar el Duomo, la Catedral, el Pulo y las iglesias medievales del centro histórico. La ruta continúa hacia Cassano delle Murge mientras el paisaje cambia gradualmente a través de jardines de olivos, cerezos, almendros y viñedos.
Ostuni, la ciudad blanca
El segundo día comienza pasando por Acquaviva delle Fonti, en la meseta de Murge. Aquí se cultiva una deliciosa cebolla roja. Un poco más adelante te encontrarás con la encantadora Casamassima, antiguo feudo romano conocido como la "ciudad azul". El paisaje kárstico está salpicado de menhires. Mientras lo admiras, notarás que has llegado a Conversano, un antiguo condado de los Condes de Aragón con un espléndido centro histórico, un castillo y un convento benedictino del siglo XVII. A partir de aquí, descenderás hacia la costa, tocando Polignano a Mare, con sus impresionantes vistas del azul, y Monopoli, con un hermoso castillo de Carlos V y playas de arena blanca que te acompañarán hasta Marina di Ostuni, desde donde girarás hacia el interior para llegar a Ostuni, la "ciudad blanca".
Alberobello, capital de los trulli
A partir de Ostuni, el paisaje se caracteriza por extensiones de olivos centenarios mientras la ruta asciende de forma gradual pero constante hasta llegar a Alberobello, capital de los trulli y Patrimonio Mundial de la UNESCO. Algunos trulli datan incluso del año 1000.
Ginosa y sus mayólicas
Atravesando la campiña salpicada de trulli y masserias perfiladas por muros de piedra seca, llegarás a Noci, una pequeña ciudad rica en iglesias medievales. Desde aquí comienza el descenso hacia Castellaneta y la ciudad de Laterza hasta llegar a Ginosaconocida por su mayólica y última parada del viaje. No te vayas sin probar el pan local y los excelentes vinos.