Resumen
Destaca imponente sobre la Ciudad Vieja de Bari, con su aspecto macizo y sobrio típico de la arquitectura normanda. La basílica de San Nicolás es un lugar de gran espiritualidad y devoción, no solo para los fieles de la ciudad, sino para miles de peregrinos de todo el mundo, ya que en su cripta conserva y protege las reliquias de san Nicolás, santo patrón de la capital de Apulia.
Magnífico ejemplo de arquitectura románica, deriva de un templo erigido en la zona en la que se ubicaba la residencia del «catepano», el gobernador greco-bizantino de la Italia meridional entre el 968 y el 1071, del que se reutilizaron numerosos materiales para la reconstrucción, que tuvo lugar entre el 1087 y el 1100. Con una fachada solemne, una portada decorada con esculturas y bajorrelieves de gran valor artístico y un gran número de frescos y obras de arte de gran belleza en su interior, es un verdadero tesoro que te llegará directamente al corazón.
Sin duda, hay que ver la cátedra del abad Elia, una de las principales obras maestras escultóricas del románico de Apulia, el altar de plata dedicado a san Nicolás y el mausoleo del siglo XVI de Bona Sforza, reina de Polonia y duquesa de Bari. Además, es el destino de los fieles cristianos ortodoxos que celebran aquí sus propias liturgias.