Resumen
La Porta Borsari constituía la entrada principal de la ciudad antigua sobre el decumanus maximus y formaba parte de las defensas murarias de Verona, ya construidas en época republicana dentro del meandro del río Adigio. En época romana, el edificio se llamaba Porta Iovia por su cercanía con el desaparecido templo de Júpiter Lustral.
Su estructura original estaba construida en ladrillo y, por tipología y planta, era casi idéntica a Porta Leoni. Presentaba un patio central, galerías en los pisos superiores, dobles arcos en las fachadas y dos torres angulares de dieciséis lados (diámetro 7,40 m).
Durante los años del gobierno del emperador Claudio, la puerta fue decorada con dos nuevas fachadas de piedra blanca local.
La fachada que se ve hoy es la occidental, mientras que el edificio de ladrillo y el frente interior se han perdido.
La fachada de dos arcos responde a un gusto escenográfico. Su articulación se basa, en la parte superior, en una serie de ventanas alargadas entre semipilastras y, en la parte inferior, en el juego de aberturas enmarcadas entre edículas con frontones en un sistema simétrico que incluye también los dos arcos de paso.
La inscripción del arquitrabe recuerda la restauración de la muralla de Verona por obra del emperador Galieno en el año 265 d. C., tras la irrupción de los alamanes en la llanura padana.
La actual denominación bajomedieval recuerda a los bursari, los funcionarios que aquí recaudaban los impuestos aduaneros.