Resumen
Comparación de obras maestras de Rafael y Perugino
Oculta entre las callejuelas del centro histórico de Perugia se encuentra una joya desconocida para la mayoría de los visitantes, pero de gran valor histórico y artístico. Se trata de la capilla de San Severo, un sobrio edificio que alberga las obras maestras de dos de los más grandes artistas del Renacimiento: Rafael y Pietro Vannucci, conocido como Perugino.
Para visitarla, tendrás que llegar al punto más alto de la capital umbra, pero el esfuerzo se verá ampliamente recompensado por la belleza del lugar. En una pequeña plaza se encuentra el complejo de San Severo, originario del siglo XIII pero remodelado varias veces a lo largo de los siglos.
Una vez dentro, te quedarás con la boca abierta ante la Trinidad y los santos benedictinos y camaldulenses, un fresco de Rafael y el único que se conserva de las muchas obras que el maestro pintó en Perugia. Sin embargo, Rafael no pudo terminar la decoración, que fue completada por Perugino en 1521 con la representación de los santos en el registro inferior de la capilla. El muro se completa con una estatua de la Virgen en terracota policromada, realizada a finales del siglo XV por un autor desconocido.