Resumen
Un gran oasis natural entre Toscana y Emilia-Romaña
Bosques centenarios, cascadas y santuarios son lo más destacado de uno de los patrimonios forestales más importantes de Italia. Se trata del gran Parque Nacional de los Bosques casentineses, Monte Falterona y Campigna, que se extiende por 36 000 hectáreas entre las provincias de Forlì-Cesena, Arezzo y Florencia. Este lugar de rara belleza en los Apeninos Tosco-Emilianos ofrece a sus visitantes una variedad de ambientes y paisajes que van desde los bosques y castañares de la vertiente toscana hasta las escarpadas laderas con densas zonas boscosas de la vertiente romañola.
Dentro del parque hay joyas ocultas como las cascadas de Acquacheta, a tiro de piedra del pequeño pueblo de Romiti, el antiguo monasterio de Camaldoli y el espléndido bosque de Campigna que rodea el Gran Palacio Ducal utilizado en el siglo XVIII como pabellón de caza de los Lorena.
La forma más rápida de descubrir este vasto territorio es subirse al tren LFI que surca el valle del Casentino y atraviesa una parte de este paraíso natural, pero quienes deseen una experiencia diferente pueden dar un paseo en barco eléctrico por el lago Ridracoli o zigzaguear en una bicicleta eléctrica.
