Resumen
El edificio original es del siglo XIV, pero ha sido remodelado en varias ocasiones y debe su aspecto actual al arquitecto Giovanni Biagio Amico, del siglo XVIII, con una fachada barroca con tres grandes arcos de piedra arenisca. Desde el exterior no se puede imaginar que tenga tres naves y una vez que se ha entrado, el interior está decorado con una profusión de estucos y frescos en un sobrio estilo neoclásico. Conserva algunas obras maestras de valor, incluido un Cristo depuesto, en piedra «encarnada» (alabastro con manchas azuladas) en la capilla del fondo a la derecha del coro, una crucifixión del flamenco Van Dyck, en el cuarto altar de la derecha, y un San Jorge y el Dragón de Andrea Carreca.
