Sicilia, y la maravilla de Giardini Naxos y Taormina

Las playas de Giardini Naxos y de Taormina se dividen en dos tipos: las de arena fina y las de guijarros.
Las primeras se encuentran en la zona central, desde la zona del puerto hasta la Piazza Kalkis; las segundas están en la zona de Recanati. Aquí encontrarás la playa homónima de Recanati, en su mayor parte libre, de arena mezclada con grava.

Entre los arenales que no te puedes perder está la Isola Bella, frente al pequeño atolón del mismo nombre: es la playa perfecta para los amantes del submarinismo, gracias a los espectaculares fondos marinos que puedes explorar.

luego está la playa de Mazzarò, para quienes, además de pasarse el día relajándose en una tumbona, prefieren también la diversión y la vida nocturna.

La playa de Spisone es la más tranquila y cuenta con un sorprendente paisaje que se divide en dos escenarios: al sur acantilados escarpados y vistas impresionantes, al norte una larga extensión de arena y mar sin rocas.

Si te gustan los deportes acuáticos, debes ir a la playa de Letojanni y si te encantan los entornos salvajes no te puedes perder la playa San Marco de Calatabiano.

Por último está el puerto deportivo de Saja. Esta playa se caracteriza por las pequeñas bahías entre las rocas de lava que emergen del agua. Un paraíso del relax para disfrutar de la belleza del fondo marino practicando esnórquel y dando paseos en canoa.

Se encuentra en dirección al puerto, en el extremo sur de la ciudad. Antaño fue una fortaleza construida para defender el promontorio de las ocupaciones y más tarde se convirtió en una base de la industria azucarera y, por último, en residencia aristocrática. Tras su reciente restauración, ahora está abierta al público.
A unos pasos se encuentra la playa de Schisò. Dorada y de arena fina, es una de las más apreciadas por los turistas, además de ser un litoral muy adecuado para familias y niños.

La entrada de Porta Messina se encuentra en la parte norte de la ciudad. Hace tiempo rodeado de fortificaciones construidas por los árabes, nos conduce al «struscio», un paseo fascinante en el centro histórico de Taormina.

Aquí encontrarás pequeños talleres artesanales, tiendas de antigüedades y callejuelas perfumadas y de varios colores.
También está el Palazzo Corvaja, sede del Parlamento siciliano en el año 1400, con las preciosas bíforas de la fachada y el encantador patio interior. Actualmente, la primera planta alberga el museo de las artes y de las tradiciones populares, mientras que en la planta baja se encuentra la oficina de información turística.
Siguiendo por Corso Umberto se llega a la Piazza del Duomo, que cuenta con una preciosa fuente barroca. 

A los antiguos griegos les encantaba construir sus edificios en lugares pintorescos y fascinantes y aquí encontraron nada menos que el Etna y la bahía de Naxos, con unas vistas maravillosas. Desde este punto, cuando el cielo está despejado, se pueden divisar lascostas calabresas.

El teatro antiguo de Taormina es, sin duda, el principal monumento de la ciudad, no solo por su valor histórico y artístico, sino también por su ubicación.

El auditorio, con sus gradas, es lo suficientemente grande como para convertirlo en el segundo teatro antiguo más grande de Sicilia, después del de Siracusa. La cávea, con las gradas adosadas a la pendiente natural de las rocas, y los nichos, que se ven al fondo, albergaban las estatuas que lo adornaban. Este lugar sufrió diversas adaptaciones en la época romana y durante un tiempo también se utilizó como arena para gladiadores. En verano, aquí se celebran actos culturales, entregas de premios, festivales y espectáculos musicales y teatrales.