Resumen
El historiador griego Heródoto, en el siglo V a. C., menciona la antigua ciudad de Minoa, supuestamente fundada por los habitantes de Selinunte y llamada «Eraclea» en honor del héroe semidiós. Sin embargo, los hallazgos arqueológicos nos hablan de una historia mucho más antigua y fascinante en esta zona. La zona arqueológica se encuentra en una magnífica posición, en una reserva natural, en el promontorio del cabo Bianco (a 75 m), un acantilado blanco (un abrupto escarpe) de roca caliza que se adentra en el mar, con pendiente hacia el oeste, hacia el valle de Plàtani, y hacia el este, hacia la playa. Los fragmentos encontrados en las capas inferiores de la necrópolis arcaica del siglo VI a. C. datan el origen del asentamiento urbano en la prehistoria, concretamente en el Neolítico (alrededor del 8000 al 3500 a. C.), mientras que las antiguas monedas encontradas atestiguan la presencia de una colonia fenicia. En las primeras fuentes históricas, la ciudad se cita con tres nombres: Macara, o ciudad de Makar, el Heracles de origen fenicio; Minoa, que habría sido fundada, según la leyenda, por el rey de Creta Minos, tras llegar aquí persiguiendo a Dédalo; y, finalmente, Eraclea, una colonia espartana que confirma el nombre del lugar dedicado al gran héroe griego. Después de los fenicios y los espartanos, en el siglo V a. C., la ciudad se convirtió en la subcolonia de Selinunte y alcanzó la cúspide de su desarrollo en época helenística (finales del siglo IV a. C.). Durante mucho tiempo disputada entre griegos y cartagineses por su posición fronteriza estratégica, cambió de manos varias veces, hasta que, en el 210 a. C., fue conquistada por los romanos. En el siglo I a. C. se abandonó definitivamente, posiblemente debido a un corrimiento de tierras que arrastró al mar la parte sur del asentamiento y las murallas. Las investigaciones arqueológicas de principios del siglo XX sacaron a la luz parte del barrio residencial, con vestigios legibles en dos estratificaciones sucesivas, de la ciudad arcaica y helenística, el tramo norte de las murallas, con restos de torres y puertas, y el hermosísimo teatro con el proscenio abierto hacia el mar (parcialmente oculto por una estructura de protección). En el Antiquarium, a la entrada de la zona arqueológica, se expone el material procedente de las viviendas y de las necrópolis arcaicas y helenísticas. El pueblo, situado en una zona inferior respecto al emplazamiento arqueológico, alberga instalaciones turísticas y hoteleras, incluido un «camping» a la sombra de un bosque de eucaliptos. La playa se extiende en forma de anfiteatro hasta las paredes de roca del cabo Bianco, que gracias a su barro, ofrece a los bañistas tratamientos cosméticos naturales y gratuitos al aire libre.
92011 Eraclea Minoa AG, Italia