Resumen
El lago de Orta está entre las colinas piamontesas, a pocos kilómetros del más famoso y majestuoso lago Mayor. Pero, a pesar de ser pequeño, esconde joyas de belleza extraña, entre paisajes de ensueño, pueblecitos encantadores y elegantes villas. ¿La mejor forma de explorarlo? En bicicleta. Pedalada tras pedalada, recorrerás los 40 kilómetros del Anillo Azul, la ruta ciclista que rodea el lago cristalino.
Sube a Orta, inicio de la ruta, y continúa por el sendero bien señalizado. No olvides parar para descansar y respirar, pero especialmente para no perderte las maravillas que te rodean. Como Omegna, la antigua Pella y Orta San Giulio con su isla homónima, la perla del lago a la que podrás llegar en pequeñas embarcaciones. Visita ahí el monasterio femenino, la Basílica de San Giulio y los exuberantes jardines.
Villa Crespi, de arquitectura morisca, te hará sentir en un cuento de hadas. Retoma la marcha a la sombra de Mottarone, en el horizonte, y relájate en la playa de Gozzano.
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