Resumen
Un cementerio subterráneo por explorar
Las Catacumbas de San Callisto, antiguo cementerio cristiano de Roma en el siglo III, se extienden bajo tierra a lo largo de más de 15 hectáreas entre la Via Appia Antica, la Via Ardeatina y la Via delle Sette Chiese. Sus túneles de cuatro niveles alcanzan una longitud de 20 kilómetros y una profundidad de 20 metros.
Dieciséis pontífices, numerosos mártires y medio millón de cristianos fueron enterrados aquí. El nombre procede del diácono Callisto, a quien el papa Zeffirino había confiado el cuidado del cementerio, que en el siglo V se convirtió en lugar de peregrinación para rendir homenaje a los santos allí enterrados siguiendo la"itinera"establecida por el papa Dámaso.
La Cripta de Santa Cecilia es uno de los rincones más fascinantes de las catacumbas, con frescos y mosaicos. Aquí, en el siglo IX, se encontró intacto el cuerpo de la santa y una estatua de Stefano Maderno la representa en la posición en la que fue hallada.
No hay que perderse la Cripta de los Papas, también conocida como el Pequeño Vaticano, donde fueron enterrados nueve papas y diversos dignatarios eclesiásticos y se conservan las inscripciones originales en griego.
Atravesando gigantescos túneles y estrechos pasillos, se llega a las Cubiculae de los Sacramentos, tumbas familiares ricamente pintadas al fresco.
Via Appia Antica, 110/126, 00179 Roma RM, Italia
