Resumen
Uno de los lugares más pintorescos y folclóricos de la capital y, sin duda, el que mejor representa la verdadera alma de Roma: un histórico mercado local de día, animado por vendedores y comerciantes, y una plaza abarrotada de noche, con restaurantes y bares de todo tipo.
Su nombre se debe a la florida pradera que ocupaba toda la zona hasta el siglo XV. Luego se transformó en plaza hacia el año 1400 y se convirtió en escenario de actividades culturales y comerciales, pero también de ejecuciones públicas, entre ellas la de Giordano Bruno, cuya estatua se encuentra en el centro, en el lugar de la hoguera. Adyacente a la plaza Farnese, entre la plaza de los Giubbonari, la calle de los Balestrari y la plaza de la Cancelleria, en la actualidad es un cruce de caminos para romanos y turistas, recomendable para hacer algunas fotos características, para explorar las pequeñas tiendas y boutiques de las calles circundantes y para disfrutar de un aperitivo o una cena por la noche en los locales que dan a la plaza.
