Primavera

Esta gran extensión de agua de la región de Tuscia, en la zona de Viterbo, y sus dos islas son, por sí mismas, destinos turísticos de primer nivel. A ellas se suma la pequeña y animada Bolsena, con su núcleo medieval, encaramado a la parte alta de la cuenca del lago, y su parte moderna, que se extiende hacia el puerto deportivo turístico y los restaurantes del paseo marítimo. No es casualidad que Bolsena sea una localidad certificada con la bandera naranja del Touring Club Italiano por la calidad de su entorno, su patrimonio artístico y su capacidad de acogida. Aquí la historia se remonta mucho en el tiempo, incluso más allá del siglo XIII, cuando se empezó a erigir el castillo Monaldeschi: el museo del territorio, que puedes visitar en el castillo, cuenta y atestigua esta larga historia, desde las poblaciones prehistóricas hasta las civilizaciones etrusca y romana. Una vez fuera, detente en la plaza para disfrutar de las vistas, y luego dirígete desde aquí hacia el renacentista palacio del Drago, antigua sede de los legados pontificios, y hacia la milenaria colegiata de Santa Cristina, con su fachada de finales del siglo XV y amplias naves de estilo románico. En la iglesia, el fresco del siglo XIII situado en el arco que conduce a la gruta de la santa es la primera representación histórica del famoso milagro eucarístico de Bolsena, origen de la festividad católica del Corpus Christi. Una verja da acceso al espacio en el que se encuentra la tumba de la mártir, retratada sobre su sarcófago en una conmovedora estatua de terracota del siglo XV. La pareja de islas del lago se encuentra cerca del pueblo de Capodimonte, en la orilla opuesta a la de Bolsena. Se dice que, en el siglo V, en la isla Martana estuvo encarcelada y luego fue asesinada Amalasunta, la hija del rey ostrogodo Teodorico; cierto o no, quedan las ruinas de un castillo y de una iglesia del siglo IX. Menos antigua es la iglesia de la isla Bisentina: cuenta con una construcción, quizás de Giuliano da Sangallo el Joven, donde desde mediados del siglo XV descansa el capitán del ejército pontificio Ranuccio Farnesio el Viejo. La isla Bisentina es de propiedad municipal y, si es necesario, se puede desembarcar en ella.

Situado a casi mil metros de altitud, el pueblo de Villalago se destaca contra el cielo, dominando el panorama y el Valle de Lacu, llamado así por sus cinco lagos. La historia de este pequeño pueblo de la provincia de Aquila, se remonta a un pasado lejano: el pueblo, tal y como lo conocemos hoy, fue construido en el siglo XI por monjes benedictinos y, a finales de la Edad Media, sufrió la dominación de varias familias feudales. Como un castillo o una fortaleza, fascina por su esencia antigua: protegido por las montañas, entre bosques de robles y hayas, el pueblo histórico se abre, con sus antiguas casas y las huellas del pasado aún evidentes. Alrededor, los lagos: el lago de San Domenico, con sus aguas claras y verdes; el lago de Scanno, primero en tamaño y belleza; el lago de Pio, un oasis natural de aves acuáticas y un destino ideal para los amantes de la naturaleza.

Entre pueblos, naturaleza y deportes náuticos Hay muchas formas de disfrutar de unas vacaciones a orillas del lago de Garda. Esta extensión de agua -la mayor de Italia- entre Lombardía, Véneto y Trentino-Alto Adigio se extiende entre altas montañas y verdes llanuras, pueblos cargados de historia, ruinas y castillos antiguos, y lugares donde practicar deportes al aire libre y dejarse sobrecoger por la maravilla de unas vistas impresionantes. Regálate un paseo por algunos de los pueblos más elegantes y visitados de Italia, como Sirmione, con su Rocca Scaligera y las Grotte di Catullo, o Desenzano, con su espléndida villa romana con mosaicos policromados. En Peschiera del Garda podrás descubrir una ciudad fortaleza rodeada de agua, mientras que en Limone del Garda se respira una atmósfera suspendida, como si el tiempo se hubiera detenido. Imponente, excéntrico y rebosante de historia y arte, el Vittoriale degli Italiani, la villa-monumento de Gabriele d'Annunzio, es una visita obligada en Gardone Riviera. Para los más pequeños, pero también para los adultos que buscan entretenimiento, el parque de atracciones Gardaland es la solución perfecta. El lago es también un paraíso para los amantes de los deportes acuáticos: desde kitesurf y windsurf hasta barranquismo y submarinismo, aburrirse es imposible.

«Gema purísima en soberbio cofre» según lo definió Antonio Fogazzaro, al intervenir en 1905 en una conferencia internacional de escritores que se celebró precisamente en Molveno. «Gema» por la transparencia de las aguas y el intenso color azul turquesa (incluso después de la transformación en cuenca hidroeléctrica en 1952). Además, se trata de un «tesoro» debido a las espectaculares montañas que rodean al lago, el macizo de Brenta al oeste y el de Gazza-Paganella al este, que confieren a sus orillas un carácter muy dolomítico. El lago se originó hace unos 3000 o 4000 años por una gigantesca depresión (en el fondo se han encontrado 200 troncos de hasta 30 metros de altura de un bosque petrificado). En el lago también se pueden practicar muchos deportes acuáticos, ya sea por afición o de forma profesional: desde vela hasta canoa, desde windsurf hasta stand up paddle y desde el parque acuático con piscina olímpica hasta el apasionante Slalomboat, que se celebra cada año en agosto. La playa consta de 12 hectáreas de prados verdes y limpios. En este entorno es posible practicar varios deportes acuáticos, como el voleibol de playa, el trekking, el tenis o la pesca, así como también simplemente pasear, tomar el sol y, en el caso de los más pequeños, jugar y divertirse.

A caballo entre el valle del Chiese y el lago de Garda Uno de los tramos de agua más limpios del Trentino, el Lago de Ledro une el valle del Chiese con el Lago de Garda. Sus altas temperaturas, que alcanzan los 24 grados en verano, permiten el baño, pero también la hacen ideal para la pesca, la vela y otros deportes náuticos como el piragüismo y el windsurf. Para corredores y ciclistas, el perímetro de 10 kilómetros del lago es una de las rutas más populares de la zona. Salvo el tramo de Molina a Pur, en el que se pasa por la carretera municipal, el resto de la ruta transcurre por una pista de tierra que bordea el lago. La ligera diferencia de altitud hace que sea fácilmente transitable en un par de horas. También es posible cruzar el lago reservando barcas de pedales, canoas o botes in situ en uno de los puntos de alquiler. Hay cuatro playas a las que se permite el acceso: Pieve di Ledro, con su parque infantil y minigolf; Molina di Ledro, que es la más grande y cuenta con pistas de tenis y vóley playa; Mezzolago, con su embarcadero flotante y mesas de pícnic; Pur, con su zona verde y un área dedicada a los amigos de cuatro patas. Además de su belleza natural, la localidad es famosa por el descubrimiento de una extensa zona de montículos de la Edad de Bronce en la orilla oriental del lago, en la desembocadura del Ponale.

Orta San Giulio "Orta, acuarela de Dios, parece pintada en un fondo de seda, con su Sacro Monte a sus espaldas, su noble ramala flanqueada por palacios cerrados, la silenciosa plaza con sus compactas fachadas tras el follaje de los castaños de Indias, y la isla de San Giulio al frente, semejante al purgatorio de Dante, dudando entre el agua y el cielo"; así es como el escritor Pietro Chiara describe Orta, y así es como nos parecerá al llegar, con sus callejones estrechos, sus tiendas antiguas y sus balcones de hierro forjado, suspendidos entre el verde de las montañas y el azul del lago. Enclavada como una joya entre las aguas cristalinas, se encuentra la isla de San Giulio, un auténtico museo al aire libre que hay que recorrer para descubrir su belleza artística y medioambiental, pero también para dejarse embelesar por su suave atmósfera, especialmente a la cálida luz del atardecer, cuando todo se vuelve mágico.

Poco frecuentado por el turismo de masa, Molise, entre Abruzos y Apulia, es una región que acoge espléndidos tesoros artísticos, paisajes naturales que cortan la respiración y tradiciones milenarias Poco frecuentado por el turismo de masa, Molise, entre Abruzos y Apulia, es una región que acoge espléndidos tesoros artísticos, paisajes naturales que cortan la respiración y tradiciones milenarias. Elementos característicos de Molise, las cañadas (en italiano “tratturi”) son antiquísimos caminos de hierba a lo largo de los cuales nuestros antepasados, desde la época pre-romana hasta hace un par de siglos, se desplazaban dependiendo de la estación, junto con los rebaños. La trashumancia de animales, uno de los principales recursos de los campesinos del sur, seguía un recorrido riguroso: en otoño desde los frescos pastos de la montaña de los Abruzos hacia los más cálidos del Tavoliere delle Puglie; en verano el recorrido era el contrario.

estos son los magníficos paisajes de Langhe, Roero y Monferrato, de donde se producen los grandes vinos piamonteses italianos: el Barolo y el Barbaresco. Esta joya de Piamonte, con sus seductores paisajes, se ha convertido en parte de la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.

A medio camino entre las llanuras y los Prealpes se encuentra una tierra famosa por sus platos campesinos y sus renombrados vinos. Franciacorta, cuna de la excelencia y de las rutas gastronómicas. Proponemos un viaje para descubrir sus sabores, vistas impresionantes, pueblos pintorescos, arquitectura preciosa y complejos religiosos históricos. Un recorrido gastronómico y vinícola que también se puede hacer en bicicleta.

Ancona está hecha de mar y colinas. Parece que en griego antiguo «ankón» significaba «codo», y aquí el paisaje de la costa es realmente como un codo dibujado por la colina de la Catedral y los parques montañosos del Cardeto y del Passetto. En medio está la ciudad, frente al horizonte marino hacia Dalmacia, barcos y grúas a lo largo de los muelles, grandiosos edificios históricos, misteriosos relieves escultóricos, imponentes signos de la antigua civilización romana y playas en las laderas de los parques. Pasar un día de ocio en la gran ciudad-puerto del Adriático central significa, en definitiva, hacer descubrimientos. Elegir las dos ruedas es lo más aconsejable, pero no a pedales: estamos en una ciudad de desniveles, no todos tenemos en las piernas la fuerza de un campeón del ciclismo. Además, no te faltarán lugares para alquilar scooters. Se puede llegar a Ancona por la autopista, por la larguísima estatal 16 Adriatica o por ferrocarril. Si lo deseas, también hay un aeropuerto. Lo ideal sería llegar de la forma más natural: en barco, porque así se captaría el sabor del lugar de la forma más paisajística y naturalmente lenta. Seguir las maniobras, ver cómo se lanzan las amarras, ponerse en fila para desembarcar y, finalmente, empezar a bajar.

Pedalear a lo largo de esta ruta es experimentar una lucha entre la cabeza y el corazón. La primera te obliga a mantener la vista en el asfalto y la segunda te invita a mirar hacia arriba. Hacia colinas, fortificaciones y terrazas que te enamorarán Tres escenarios en uno Playas anchas y arenosas, intercaladas por escollos y largos tramos de roca: estamos en la Riviera dei Fiori, en la Liguria occidental, donde las colinas cubiertas de matorral mediterráneo crecen al lado del mar. El paisaje cambia radicalmente en las Altas Langhe, las colinas piamontesas que limitan con Liguria, dedicadas a la viticultura. Aquí, las laderas son más escarpadas, pero siempre encantadoras en su vestido cambiante en cada estación: verde en primavera y verano, blanco como la nieve en invierno, amarillo y anaranjado con el follaje otoñal. Por último, la provincia de Cúneo está enclavada en el Alto Valle del Tanaro, un entorno natural todavía virgen, con densos bosques de robles, castaños, hayas y pinos, donde las líneas del horizonte se vuelven más verticales: son las paredes de los Alpes ligures y, más allá, las del arco alpino. En bicicleta desde el oeste de Liguria hasta el Piamonte La Riviera dei Fiori y las colinas piamontesas. El mar Tirreno y el arco alpino embelesan la vista y calman la mente. Es difícil imaginar un itinerario más rico que este, que serpentea por las carreteras de la 13ª etapa del Giro de Italia 2022. Al patrimonio natural se suman los elementos históricos, artísticos y espirituales. Y una invitación a todos los amantes de las dos ruedas: mirad hacia arriba. No os limitéis a las subidas (una, en realidad) pedaleando, sino que también podéis aprovechar las torres, los aerostatos y las cúpulas. Desde arriba, este territorio resultará incluso más maravilloso.

A lo largo de esta ruta del Trentino al Véneto, todo está dictado por la naturaleza: el paisaje, el arte, la artesanía, el urbanismo. Incluso los ritmos sobre los pedales, sostenidos sí, pero no demasiado, para permitirte sentir la brisa de las colinas y el olor de las bodegas Todos los tonos de verde Enclavada entre la cadena de Lagorai al norte y las estribaciones alpinas vicentinas al sur, la Valsugana es un paraíso de bosques centenarios, fuentes termales, colinas plantadas de viñedos y prados salpicados de caseríos. Aquí,la ecosostenibilidad es el primer mandamiento: en el centro del modelo turístico están la salud del medioambiente y el bienestar de la sociedad que habita la zona. Una filosofía que se extiende a las colinas de Prosecco de Conegliano y Valdobbiadene, patrimonio mundial de la UNESCO: una extensión de alturas impenetrables, bordadas con hileras paralelas de vides, símbolo de la perfecta simbiosis entre el hombre, con su riqueza de conocimientos, y la naturaleza, con sus recursos. Por último, la llanura del bajo Véneto, una zona llena de recursos hídricos, como los ríos Piave, Sile y Livenza. Ruta en bicicleta por Valdobbiadene Desde Valsugana, el valle modelo de la ecosostenibilidad, hasta Treviso, pasando por las colinas de Valdobbiadene con sus preciados viñedos. En estas líneas te hablamos de una ruta llena de subidas y bajadas fáciles de recorrer, inspirada en la etapa número 18 del Giro de Italia 2022. ¿Qué debes esperarte? Una tierra que no impresiona con sus subidas, sino con otros efectos especiales: se transforma en obras de arte, da espacio al hombre y a sus herramientas agrícolas, regala bocanadas de calor que salen de su vientre. En resumen, se convierte en una amiga. También de vosotros, ciclistas, que estáis a punto de cruzarla.

Si buscas una experiencia de bienestar completo para tu verano, el mejor consejo es acercarte a las aguas termales, con propiedades curativas y regeneradoras, y disfrutar de los baños de sol, la relajación en la piscina y la diversión y el deporte que ofrecen las Termas de Abano y Montegrotto. Situadas a los pies de las Colinas Euganeas, están dotadas de numerosos servicios y ofrecen la posibilidad de tratamientos ideales para el período estival. Toda la zona euganea es rica en atractivos recreativos, culturales y naturales, perfectos para una visita, ya sea en barco por los cursos de agua o en bicicleta por los carriles bici al pie de las colinas. Hay muchas actividades que hacer durante las vacaciones en el territorio euganeo: aquí están las que no debes perderte.

Una escapada romántica para dos entre los vapores de las aguas termales es ideal para una pausa íntima y cómplice de bienestar. El Wellness Valley de Emilia-Romaña ofrece muchos tratamientos y rituales de bienestar para parejas, para dejarse mimar durante unas horas o días enteros: aquí hemos preparado una selección que no te puedes perder en ciudades de arte, destinos de mar y montaña.

Si te sabes de memoria las inolvidables hazañas del campeón de ciclismo Marco Pantani, probablemente ya hayas oído hablar de Campo Imperatore. Precisamente en los Abruzos, el Pirata voló en 1999 hacia la primera de sus cuatro victorias de etapa en aquel Giro de Italia. Campo Imperatore es conocido principalmente por sus instalaciones de esquí, unas de las más famosas y mejor equipadas del centro de Italia. Esta localidad de los Abruzos es también hoy un punto de referencia para los turistas en bicicleta. Además de disponer de teleférico, telesillas y telesquí, Campo Imperatore tiene una larga tradición como final de etapa de importantes pruebas ciclistas, que atraen a una alegre multitud de entusiastas de este deporte y que en primavera y verano acoge a un flujo constante de cicloturistas y ciclistas de mochila procedentes de Italia y el extranjero.

El valle de Roveto es la puerta de entrada que desde el Lacio permite llegar a la Marsica, en los Abruzos. El territorio, aún por explorar, es perfecto para los amantes de las excursiones en bicicleta. Te proponemos un itinerario de cicloturismo de 4 etapas en a completar en 4 días :desde Avezzano, en la provincia de L’Aquila, pedalearás 143 kilómetros hasta la etapa molisana de Rionero Sannitico. Atravesarás lugares habitados desde épocas de sabor antiguo, entre zonas planas y recorridos en subida empinada. Un viaje para descubrir los variados paisajes geomorfológicos y culturales de una tierra llena de encanto.

La verde Umbría ofrece una red densa de sugerentes rutas ciclistas para unas vacaciones activas al aire libre, perfectas para expertos o principiantes gracias a los diferentes grados de dificultad de los recorridos. Entre amplios panoramas, pueblos joya y excelencias gastronómicas, 5 rutas imperdibles para capturar todo su encanto.

A medio camino entre las llanuras y los Prealpes se encuentra una tierra famosa por sus platos campesinos y sus renombrados vinos. Franciacorta, cuna de la excelencia y de las rutas gastronómicas. Proponemos un viaje para descubrir sus sabores, vistas impresionantes, pueblos pintorescos, arquitectura preciosa y complejos religiosos históricos. Un recorrido gastronómico y vinícola que también se puede hacer en bicicleta.

Pedaleando por el corazón de los valles de Comacchio en busca de inolvidables escenarios naturales, el itinerario dura solo un día, ¡pero lo recordarás toda la vida! Desde la Sacca di Goro y desde la milenaria abadía de Pomposa en las costas de Ferrara, a través de oasis y reservas naturales, llegarás a la pequeña localidad de los tristemente famosos Trepponti.

Italia está salpicada de encantadores pueblos repletos de historia, cada uno de los cuales merece una visita. Te proponemos que empieces por Preci, de origen medieval, y que desde aquí emprendas un recorrido sobre dos ruedas por el corazón de Umbría, atravesando la región de Valnerina, para después llegar hasta la llanura de Castelluccio. Un itinerario en bicicleta de unos 50 kilómetros, para recorrer en dos días, en medio de una naturaleza virgen.

Si te sabes de memoria las inolvidables hazañas del campeón de ciclismo Marco Pantani, probablemente ya hayas oído hablar de Campo Imperatore. Precisamente en los Abruzos, el Pirata voló en 1999 hacia la primera de sus cuatro victorias de etapa en aquel Giro de Italia. Campo Imperatore es conocido principalmente por sus instalaciones de esquí, unas de las más famosas y mejor equipadas del centro de Italia. Esta localidad de los Abruzos es también hoy un punto de referencia para los turistas en bicicleta. Además de disponer de teleférico, telesillas y telesquí, Campo Imperatore tiene una larga tradición como final de etapa de importantes pruebas ciclistas, que atraen a una alegre multitud de entusiastas de este deporte y que en primavera y verano acoge a un flujo constante de cicloturistas y ciclistas de mochila procedentes de Italia y el extranjero.

¿Qué hace falta para surcar el cielo azul a bordo de un ala delta? Evidentemente, se necesita una colina o una ladera desde la que lanzarse y luego seguir las corrientes favorables, unas condiciones meteorológicas adecuadas, una buena dosis de coraje y el deseo irrefrenable, que el hombre ha acunado desde la noche de los tiempos, de observar el mundo desde lo alto. Si buscas el lugar donde todas estas condiciones se combinan para tener la experiencia perfecta de vuelo libre, bienvenido a Umbría, donde también tendrás la oportunidad de explorar uno de los paisajes naturales y artísticos más agradables y apreciados de Italia con un nuevo enfoque (desde arriba). Umbría ofrece varios centros de vuelo para principiantes y expertos en los que podrás experimentar por primera vez la emoción del vuelo en tándem con un piloto experimentado, o realizarlo personalmente si ya te sientes seguro, rodeado de un paisaje natural encantador.

Costas rocosas junto al mar, recorridos que se elevan en medio de la vegetación mediterránea, acantilados que se asoman a playas de intensos colores y aguas cristalinas: Cerdeña con sus salvajes paisajes interiores y sus espectaculares vistas panorámicas, es conocida desde hace tiempo como uno de los destinos más fascinantes para los amantes de la escalada. Gracias a su clima templado, la isla ofrece a los deportistas la posibilidad de escalar durante todo el año y, a partir de la entrada la primavera, conjugar unas vacaciones en el mar con unas vacaciones deportivas. Cala Gonone, en la zona de Nuoro; Jerzu, en la provincia de Ogliastra; Isili, en la de Cagliari; Supramonte en la parte centroriental y el Iglesiente en la suroccidental de la isla, son sólo algunas de la etapas que no pueden faltar si se quiere explorar Cerdeña a lo largo y alto de sus paredes de roca. Hay paredes equipadas por toda la isla y últimamente se están añadiendo zonas como la de Sassari y Alghero. Se trata de recorridos tendencialmente bien equipados y controlados periódicamente, descubiertos y valorizados inicialmente por los deportistas sardos y, en la actualidad, provenientes de toda Europa.

Visitar Campania en parapente o ala delta no se parece en nada a lo que te imaginabas. Prepárate para experimentar emociones inolvidables. De hecho, para los amantes del vuelo libre, que adoran surcar los cielos y explorar los paisajes italianos desde las alturas, exclusivamente en vuelos sin motor, como la ala delta o el parapente, el variado territorio de Campania es un parque aéreo que ofrece formidables panoramas, ya sean marítimos o montañosos. Los que se inician en este deporte pueden encontrar aquí la oportunidad de darse un bautismo de aire en un biplaza, conducido por las manos expertas de un piloto profesional.

Disfruta de una increíble experiencia saboreando la sensación de libertad al volar rodeado de lugares únicos y panoramas impresionantes entre montañas y valles, mares y lagos, pueblos e islas, desplazándote de manera perfectamente segura a través de cables de acero, con un arnés de seguridad y un casco puestos: seis espectaculares tirolinas para una experiencia inolvidable de alta adrenalina.

Sobrevolar el paisaje montañoso de los Prealpes Vénetos es todo un espectáculo, para luego planear sobre las colinas de las estribaciones del Véneto, con sus pueblos enrocados en las colinas, sus ciudades de arte y los valles de los ríos Brenta y Piave. La zona es ideal para esta actividad gracias a sus naturales corrientes ascendentes, al clima, a la accesibilidad de las zonas de despegue y de aterrizaje, y a la naturaleza aún poco urbanizada. El Macizo del Grappa, una meca del vuelo libre situada entre las provincias de Vicenza, Belluno y Treviso, es el lugar ideal para practicar el vuelo con ala delta, pero también con parapente.