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Enogastronomía
Itinerario en Calabria

La Ruta del Vino y los Sabores: ruta por la tierra de los Bruzi

Tipología
car route
Duración
1 día
Número de etapas
4
Dificultad
Fácil

La historia de la ciudad de Cosenza está ligada por un doble hilo con el antiguo pueblo de los Bruzi, un linaje conocido por su espíritu belicoso pero también por sus excelentes habilidades en la agricultura y el cultivo de la tierra. Productos excelentes, en primer lugar aceite y vino.
No es de extrañar, por lo tanto, que a esta población se le dedique la Ruta del Vino y los Sabores, un itinerario de 52 kilómetros, apto para todos y transitable en cualquier estación del año. El trayecto atraviesa Calabria, desde el Valle del Crati hasta el del Savuto, en 4 etapas de gran sugestión.

Luzzi: centro de encanto místico y patria de San Vito DOC

Luzzi: centro de encanto místico y patria de San Vito DOC

Comenzamos nuestro viaje desde Luzzi, un pequeño pueblo en la provincia de Cosenza, inmerso en el verde valle de Crati. Cuenta la leyenda que la ciudad se construyó sobre los restos de la antigua Thebae Lucane, una ciudad de la Magna Grecia que data del siglo IV a.

En Luzzi vale la pena visitar algunos edificios religiosos, como la medieval Iglesia de Sant 'Angelo, rica en lienzos del siglo XIX y guardiana de una obra de la escuela de Leonardo da Vinci, la pintura de Santa Maria delle Grazie. La Abadía de Santa Maria della Sambucina también merece una parada: erigida a mediados del siglo XII por los monjes cistercienses, es un importante centro religioso, artístico y cultural. De los mismos monjes proviene un producto excelente: el San Vito, vino que ha obtenido el reconocimiento DOC y que se produce en la variedad de tinto, rosado y blanco.

Rende: el Borgo dei Musei e del Savuto DOC

Rende: el Borgo dei Musei e del Savuto DOC

El itinerario continúa 26 kilómetros hacia adelante, hacia Rende, centro del área urbana de Cosenza y sede del campus universitario más grande de Italia, la Universidad de Calabria. La localidad bordea el curso del río Crati y se extiende hasta los invernaderos cosentinos

Lo que impresiona es, sin duda, el centro histórico, tan rico en galerías de arte que se le asigna a Rende el apelativo de “Borgo dei Musei”. También es peculiar la estructura de la ciudad, que, entre iglesias y palacios nobles con portales tallados y balcones de hierro forjado, conserva casi sin cambios el urbanismo medieval y el nombre de las plazas y calles. Pensemos en la céntrica Piazza degli Eroi o en la Porta di Cosenza o en la Giudecca.

En Rende podéis saborear otra obra maestra calabresa, el Savuto DOC, vino que toma su nombre del río Savuto, de color rojo rubí, seco al paladar e intenso al olfato.

Cosenza: la ciudad de Bruzi y Donnici DOC

Cosenza: la ciudad de Bruzi y Donnici DOC

La Ruta del Vino y de los Sabores llega, después de 10 kilómetros, a Cosenza, Ciudad de los Bruzi porque es aquí donde la antigua población se ha asentado. La capital surge en la confluencia con el río Busento, sobre las siete colinas del Valle del Crati.

La ciudad vieja conserva la atmósfera medieval de antaño, con sus monumentales construcciones, las estrechas y tortuosas callejuelas, las iglesias y los palacios patronales, arquitecturas que hacen del centro histórico de Cosenza uno de los más bellos y antiguos de toda la Península.

Aquí, se puede disfrutar de un buen vino, ideal para acompañar el pescado y aperitivos ligeros y que se produce en la fracción homónima: el DOC Donnici, en sus versiones de rojo, rosado y blanco.

Dipignano: la tierra de los artesanos del cobre

Dipignano: la tierra de los artesanos del cobre

Finalizamos nuestro recorrido con una última etapa. Después de 11 kilómetros, llegamos a Dipignano, localidad del alto Valle del Crati, que se extiende sobre la dorsal de la cadena de los Apeninos Paulanos. Destino de interés histórico y artístico, impresiona a los visitantes tanto por su variado paisaje, que alterna suaves pendientes con acantilados rocosos, como por las llamadas forjas diseminadas por el centro, fogones rudimentarios con los que los artesanos trabajaban la cerámica. 

Dipignano es conocida también por la excelencia de los maestros del cobre y se configura, no por casualidad, como el burgo de oficios antiquísimos.

También en este centro calabrés no faltan estructuras religiosas que merece la pena visitar, en primer lugar la Iglesia del Ecce Homo, de espléndida fachada de estilo gótico-romano.

Por último, pero no menos importante, los hornos de Dipignano, conocidos por la producción del clásico bizcocho.

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