Se empieza a deslizarse en el agua con la tabla y realizar pequeños saltos, hasta tocar el cielo con las manos.
Kitesurf: evoluciones entre el agua y el cielo
1. Véneto, el que madruga se alza en vuelo

2. Lombardía, paisajes alpinos, emociones y adrenalina marinas

De nuevo agua dulce: esta vez estamos a sólo 90 minutos de Milán, en el lago de Iseo. Con sus vientos dominantes (a primera hora de la mañana desde el norte, por la tarde desde el sur) ofrece varios spots de kitesurf rodeados de la impresionante belleza de los Prealpes, en olas dignas de mención.
3. Lacio: cita al mediodía

Desde Santa Marinella hasta el Lido de Ostia: el mar de la capital italiana ofrece muchos spots para los aficionados al kitesurf. Aquí se reúnen kiters de todo el mundo: el famoso "ponentino" que se canta en las coplas romanescas es un viento que nunca falla, y llega todo el año, todos los días, a la hora en que suena el tradicional cañón de las doce en el Janículo, en el centro de Roma.
4. Calabria, giros divinos

La Costa degli Dei (Costa de los dioses), en Calabria (desde Pizzo Calabro hasta Nicotera, pasando por Tropea), es uno de los spots para los kiters más expertos y los aficionados a las acrobacias, más ventosos de Italia. El mistral, normalmente entre 14 y 16 nudos, proporciona las condiciones perfectas para realizar emocionantes trayectorias en estas playas.
5. Sicilia, el paraíso para todos

Stagnone, la laguna más grande de Sicilia, en la costa norte de Marsala, es una reserva natural, y se ha convertido en la base para practicar el kitesurf por antonomasia: al ser una laguna poco profunda y plana, es el lugar ideal donde los kiters pueden practicar y mejorar el propio freestyle.