Resumen
Un zafiro engastado entre los Prealpes oróbicos a los pies del Valcamonicaes, con sus 25 kilómetros de longitud, el cuarto de los grandes lagos prealpinos italianos, formado por el río Oglio y otros afluentes menores. El Lago de Iseo, a medio camino entre Bérgamo y Bresciaes un destino ideal para ciclistas y familias, además de para los aficionados a la pesca.
Si quieres recorrer toda la costa, reserva para ello unas dos horas, pero aconsejamos disfrutar de la vista directamente desde los barcos que en sólo cinco minutos de navegación te llevarán desde Sulzano a la joya de esta masa de agua: Monte Isola, una auténtica montaña flotante que sobresale con sus 600 metros de altura.
En 2016, un millón y medio de visitantes tuvieron el privilegio de llegar a la mayor isla lacustre de Europa por la pasarela diseñada por el artista búlgaro Christo y bautizada como "Los muelles flotantes".
Pero si en su momento no pudiste caminar sobre las aguas de la cuenca lacustre lombarda, puedes embarcarte en otra aventura: perseguir las huellas fósiles de los Arcosaurios, reptiles prehistóricos de hasta seis metros de largo, por las rocas del yacimiento paleontológico de Zone. También se merece una parada uno de los pueblos más bellos de Italia: Lovere, que se puede ver reflejado en el lago.
Lago d'Iseo, Italia
