Resumen
Construido por el rey ostrogodo Teodorico (493-526), el baptisterio arriano se diseñó originalmente como baptisterio para la catedral arriana, ahora conocida como iglesia del Espíritu Santo. Durante el mandato del arzobispo Agnello, se adaptó al culto ortodoxo y más tarde se dedicó a la Virgen María.
De planta octogonal, conserva en su interior preciosos mosaicos, que representan un cortejo de apóstoles alrededor de un medallón central con el bautismo de Cristo. Está reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.