Atrani: un pequeño pueblo encantador con corazón antiguo
A menos de un kilómetro de Amalfi, la ubicación de Atrani lo convierte en un punto estratégico para explorar toda la Costa Amalfitana, de la que forma parte.
Un mundo antiguo en miniatura, nos encontramos en el municipio italiano más pequeño por superficie, rico en historia que atestigua el paso de muchos pueblos por allí.
Atrani, la única ciudad de la Costa Amalfitana que conserva el encantador ambiente de un pueblo pesquero del sur de Italia, caracterizada por su puñado de casitas que van subiendo por la colina desde la playa.
Un lugar inspirador, tanto ayer como hoy
El pueblo de Atrani tiene orígenes romanos, entonces se llamaba Atranum. Todo el mundo pasó por aquí: etruscos, griegos, normandos, suevos, franceses y españoles, atraídos por su posición de mirador sobre el mar, a lo largo del valle del río Dragone, con las altas e inexpugnables montañas a sus espaldas.
El paisaje siempre ha sido el mismo y el panorama desde allí es uno de los más evocadores de la Costa. Puedes pasear lentamente por las estrechas callejuelas, los patios y las pasarelas protegidas por arcos, a lo largo de las subidas y bajadas de escalones que confluyen en el mar. Con eso es suficiente para descubrir los lugares más cargados de historia. Olvídate del coche y, si te apetece un paseo panorámico, puedes llegar a pie directamente desde Amalfi. Hay paz en este hueco natural de la Costa Amalfitana, protegido del ruido y del tráfico.
Un café en la piazzetta
Dirígete a la Plaza Umberto I, más conocida como la piazzetta, y siéntate a tomar un café expreso en este acogedor lugar, proyectado hacia el mar, ya que fue creado precisamente como amarre para los barcos en días de tormenta.
Visita la iglesia de San Salvatore de' Bireto que domina la plaza: fue construida por primera vez en el año 1000, aunque hoy es puro estilo neoclásico. Aquí tenía lugar la investidura de los dogos de la República Marítima de Amalfi.
Te sorprenderá la cantidad de pequeñas iglesias que alberga el pueblo. Asómate al interior para admirar sus pinturas y estatuas, sin que se te olviden la Iglesia del Carmine y la Iglesia de S. Michele Fuori le Mura, entre otras.
En una trattoría
Incluso los locales de restauración huelen a historia en Atrani y una parada gastronómica te reservará una auténtica experiencia gustativa dentro de un entorno apasionante. Siéntate en una mesa al aire libre, bajo las sombrillas o a la discreta luz de la iluminación nocturna. En algunas tabernas ponen mesas bajo los arcos que sirven de refugio a los pescadores y que también les sirven para guardar las redes.
Si te encuentras por los alrededores en julio, vete a Atrani el día 22. En esta fecha se celebran las fiestas en honor a Santa María Magdalena y el plato típico de la celebración es el Sarchiapone: canelones hechos con tubos de calabaza, rellenos de carne picada, fritos y bañados en salsa de tomate.
Atrani también cuenta con una larga tradición en la producción de pasta fresca. Ven a comerla aquí, aderezada con los productos del mar. A todas horas, incluso tras la comida, prueba el pasticciotto. Los habitantes de Campania afirman que el mejor es el de Atrani: una pasta desmenuzable, que en la versión local encierra un relleno de crema pastelera y guindas.
Un chapuzón en la bahía
Acantilados escarpados encierran una pequeña playa de arena mezclada con grava fina, en parte libre y en parte de pago, dividida en dos por el río Dragone.
El mar es claro y tranquilo, entre verde y azul. Puedes ir nadando mientras miras hacia arriba para ver el pueblo con sus pequeñas casas de colores e iglesias; y más allá, las verdes montañas.
También debes estar allí por la noche para ver salir a la pesca con faroles.