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Campania

Le Fumarole: la playa humeante de Ischia, todo un espectáculo

En Ischia, una espléndida isla del golfo de Nápoles, encontrarás una playa literalmente humeante.

3 minutos

No te preocupes, porque Le Fumarole (nombre del arenal que emite nubes de vapor y burbujas de gas provenientes del subsuelo) es el fruto de una incesante actividad volcánica, pero no representa ningún peligro, salvo el de enamorar para siempre a quienes la visitan con su espectáculo escenificado por la naturaleza en la playa, las rocas circundantes e incluso en el mar.

Desde las entrañas de la tierra

Desde las entrañas de la tierra

He aquí un largo tramo de playa oscura besado por un mar que cambia de color con el paso de las horas, yendo del azul al azul intenso, un fondo marino que desciende suavemente hacia el mar. Nos encontramos en la playa Le Fumarole, próxima al pueblo de Sant 'Angelo, una parada obligada en cualquier estancia en Ischia.

La magnífica isla campana es de origen volcánico y en esta franja de costa podréis admirar de cerca su particular característica geológica. Aquí el subsuelo no duerme; por el contrario, emana una poderosa energía térmica que produce bocanadas de vapor de agua y burbujas de gas en la superficie del mar a una temperatura de 100°.

Estás a salvo en la cálida arena. Date un descanso de tomar el sol y acércate a las rocas blancas, con precaución y sin descalzarte, para observar las pequeñas nubes de vapor. Así que sumérgete: solo necesitas una máscara de buceo para apreciar las burbujas que emergen del fondo arenoso.

Servicios y comodidades

Servicios y comodidades

La playa Le Fumarole ofrece tanto tramos libres como clubes de playas equipados, además de bares y restaurantes. Se llega con suma facilidad, recorriendo la calle peatonal que conecta el pueblo de Sant'Angelo y la playa de Maronti, un agradable paseo de apenas 10 minutos.

También puedes utilizar el servicio de pequeños coches eléctricos o tomar un barco taxi, es decir, uno de los taxis de mar que parten del puerto de Sant'Angelo.

Ya que estás aquí, pasa unas horas en la playa de Maronti, 3 kilómetros protegidos por una bahía entre el mar y las montañas, como su nombre indica, pues justo detrás se elevan colinas de exuberante vegetación, salpicadas de retamas amarillas.

El calor que sana

El calor que sana

En la playa Le Fumarole, los antiguos romanos solían cubrirse con arena muy caliente con fines terapéuticos. Pruébalo tú mismo haciendo una cama de arena; el efecto del enarenado es muy agradable, una panacea para los músculos y los huesos y un tratamiento eficaz para el dolor articular. Cuidado con las temperaturas, sobre todo en verano. Opta por las horas más frescas del día y no temas, pues la arena sigue caliente incluso de noche.

En la zona brotan manantiales termales y zambullirse en aguas cálidas es igualmente terapéutico: una experiencia que no debes perderte. Disfruta de los balnearios libres, gratuitos y abiertos a todos. Los encontrarás en la localidad de Sorgeto, cerca de la bahía de Sant'Angelo y la playa Le Fumarole. En familia o entre amigos, déjate mecer por las aguas por la noche, en compañía de la luna.

El parque del bienestar

El parque del bienestar

Pero si lo que quieres son auténticos tratamientos de spa, hay un enorme parque de bienestar en Sant'Angelo: el Thermal Park Aphrodite Apollon, con entrada de pago. 8 piscinas de agua terapéutica se hallan en dos niveles, rodeados de flores y plantas fragantes. El salón de belleza ofrece un rico menú de masajes y lodos a base de agua termal de la isla.

Después de la piscina y los mimos, te espera el restaurante en la terraza, con vistas a la bahía de Maronti. Prueba los crudi de mare y las linguine con mejillones: una delicia.

Una cocina a cielo abierto

Una cocina a cielo abierto

Una experiencia absolutamente única es disfrutar de un plato cocinado directamente aquí, en la playa Le Fumarole. ¡Se pueden cocinar verduras y carnes aprovechando el calor de la arena! Puedes intentarlo tú mismo, con pollo, patatas o huevos mediante la técnica del papel de aluminio, después de sazonar con sal, hierbas y especias.

Coloca los alimentos bajo la arena, a unos 10 centímetros, y ármate de paciencia para esperar el milagro. Algunos chefs de la zona han vuelto a utilizar esta técnica de cocción natural, conocida ya por los antiguos griegos. Pide información, no te será difícil encontrarla.

Toda la bahía está salpicada de restaurantes de excelente reputación, algunos con un patio que da al mar, donde puedes degustar un almuerzo o una cena con agradables vistas. En el menú hay frittura di paranza (pescado frito), espaguetis con almejas, ñoquis a la sorrentina y, como colofón, una porción de pastiera, la típica tarta hecha con masa quebrada y queso ricotta.

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