Pizza, gnocchi, nueces y limones: un viaje por los sabores de la península Sorrentina

Nunca llames napolitano a un sorrentino, ni viceversa! Cuando se trata de sentarse a la mesa, cada uno alardea de sus propias recetas y es una cuestión de identidad.

En Sorrento y en su península, la pizza es diferente de la clásica napolitana, porque no tiene el borde elevado, sino plano; la masa es más crujiente, porque se hace con el agua pura de las montañas de Lattari; no tiene mozzarella de búfala, sino fiordilatte; y el tomate es estrictamente el de la llanura de Sorrento.

En resumen, es un plato completamente diferente y, por lo tanto, lo primero que se puede comer en la península Sorrentina.

También hay que probar los gnocchi alla Sorrentina, otra deliciosa especialidad local y un plato muy sencillo, que se prepara con gnocchi de patata acompañados con salsa de tomate y albahaca, daditos de fiordilatte y queso parmesano, pasados por el horno.

Es uno de los platos más conocidos de la cocina italiana, presente en todos los menús del mundo y es por ello que debe comerse aquí, en su lugar de origen.

Un condimento similar se usa para acompañar a los scialatelli, muy similares a los spaguetti, pero más gruesos y sin pasarlos por el horno.

Las nueces de Sorrento son una variedad muy selecta y apreciada por cocineros y pasteleros por su sabor y porque la nuez se extrae íntegra fácilmente. Entre las muchas especialidades elaboradas con este fruto seco figuran los espaguetti con nueces, que se preparan con ajo, perejil, anchoas y nueces; otro plato sencillo, pero sabroso.

Y, después de un plato de pescado fresco, que se cocina en todas partes de la costa en los mejores restaurantes, la comida termina con las delicias al limón, unos pastelitos de bizcocho en forma de cúpula bañados con limoncello y rellenos de crema de limón y cubiertos con un glaseado de limón. Y, por supuesto, acompañados con un vaso de limoncello, el licor que se obtiene dejando macerar la cáscara de limón en alcohol puro, mezclado con agua y azúcar.

Entre los productos de excelencia de la tierra figuran los limones de Sorrento, a los que la Unión Europea ha concedido la marca IGP (indicación geográfica protegida) y que se cultivan bajo pérgolas, unos andamios de postes de castaño cubiertos con cañas para retrasar la maduración y protegerlos del clima. Su cáscara es especialmente rica en aceites esenciales, lo que da al limoncello su sabor especial, mientras que la pulpa da un zumo abundante. Todo un manjar.

Unas vacaciones en la costa cerca de Sorrento es una garantía de bienestar a 360° y su gastronomía es sin duda alguna todo un atractivo. Te van a encantar.