Resumen
La historia del pueblo de Torricella está entrelazada con los acontecimientos del lugar. Se cuenta que el asentamiento se fundó cuando un grupo de agricultores y pastores, huyendo de los ataques de los piratas que se abalanzaban sobre la costa jónica, huyeron hacia el interior y encontraron aquí un refugio seguro. Incluso hoy, la vida en el pueblo sigue ligada a la tierra y a sus antiguos gestos. El pueblo rodea su poderosa casa solariega, caracterizada por sus cinco torres, que aún conserva un aspecto típico del siglo XVI a pesar de haber sufrido varias restauraciones. A las afueras del pueblo, en cambio, se encuentra la Cripta de la Santísima Trinidad, a la que se llega tras un paseo de unos tres kilómetros, entre fincas y olivares: en su interior se conserva un pequeño altar, adornado con un lienzo que representa el milagro de la pastora Ceci.