Resumen
En medio de los hermosos valles de los Apeninos de los Abruzos y rodeado de imponentes y salvajes montañas, se encuentra Collarmele, un pequeño pueblo cuyos orígenes están rodeados de misterio y leyendas. Lo que sí sabemos es que el pueblo está enclavado como una piedra preciosa en un paisaje que quita el aliento, a las puertas del Parque Regional del Sirente Velino, a medio camino entre el Parque de la Majella, la Reserva Natural del Monte Salviano y el Parque Nacional de los Abruzos, el Lacio y el Molise. Entre bosques, colinas y arroyos, su territorio es un paraíso para los que aman explorar la naturaleza y dejarse envolver por su regenerador silencio. El símbolo de su historia es la Torre Normanda, aún perfectamente conservada: es un centinela que vigila y protege el pueblo, que, a pesar de los siglos de batallas han pasado, nunca ha dejado de proteger a su gente.
