Resumen
La aldea de Campli es un verdadero "cofre del tesoro" guardado en el corazón de las colinas de Teramo.
Una encantadora ciudad de arte en la que la historia y la cultura, la tradición y el culto religioso, se funden creando una mezcla única.
Habitada desde la época prerromana, como testimonia la necrópolis encontrada en la cercana Campovalano, Campli conoció su mayor esplendor en la Edad Media, cuando bajo el control de la familia Farnesio se convirtió en lugar de encuentro de pintores y artistas de las escuelas de maestros como Giotto y Rafael, por citar algunos.
Obras maestras que todavía hoy embellecen los principales monumentos del centro histórico y de los pueblos cercanos, desde la Catedral de Santa María in Platea (siglo XIV) hasta la Iglesia de San Francisco con convento adyacente (donde se encuentra el Museo Arqueológico), desde el convento de San Bernardino del siglo XV hasta la Iglesia dedicada a la Virgen de la Misericordia. De gran valor no sólo artístico sino también religioso es la Iglesia de San Paolo con la cercana Scala Santa (Escalera Santa), llamada así desde 1772 cuando se generalizó la costumbre de conceder la indulgencia plenaria a quienes subían sus veintiocho escalones de dura madera de roble de rodillas y con la cabeza inclinada.
Por último, el centro histórico de Campli ofrece valiosos ejemplos de arquitectura civil medieval y renacentista, empezando por la Casa del Médico y la Casa del Farmacéutico, hasta el imponente Palacio Parlamentario.
Más información:
Parco Nazionale del Gran Sasso e Monti della Laga (gransassolagapark.it)
