Resumen
La catedral y su particular campanario son la esencia de Caorle, su doble alma, ligada a la historia y a las tradiciones, por un lado, y a la fuerte vocación turística y a la modernidad, por otro.
La catedral de Caorle da a la Piazza Vescovado y es el edificio más antiguo e importante de la ciudad. Se remonta a 1038, está dedicada a san Esteban Protomártir y se levanta sobre las ruinas de la basílica paleocristiana preexistente. La estructura es de estilo románico con elementos bizantinos y contiene infinitos tesoros: un altar funerario romano del siglo I d. C., el retablo de oro de los siglos XIII y XIV detrás del altar mayor, una verdadera obra maestra de orfebrería veneciana, el fresco de san Cristóbal, del siglo XV, una pila bautismal de 1587 y una serie de lienzos de la escuela veneciana.
El campanario es uno de los pocos cilíndricos originales que quedan. Se remonta al siglo XI, mide 48 metros de altura y pende ligeramente hacia el este. Se ha renovado recientemente y se puede visitar previa reserva. En verano, aquí puedes disfrutar de las espectaculares vistas nocturnas que ofrece Caorle cuando se pone el sol.