Acquasparta

Entre colinas de hayas, encinas y enebros, surge Allerona, elevándose desde la cima de una colina desde la que, en siglos pasados, se controlaba el territorio para defenderlo de posibles invasiones enemigas. En el pueblo, la historia es la protagonista de esta poesía urbana: merece la pena ver los restos del castillo feudal de Lerona, del que sólo quedan las murallas, la Porta del Sole (acceso oriental) y la Porta della Luna (acceso occidental). Los edificios más antiguos tienen vista a la Piazza Santa Maria, el punto más alto del pueblo, donde antiguamente se encontraba el castillo. Al pasear, se encuentran las pequeñas iglesias, Santa Maria della Stella y Madonna dell'Acqua, construidas sobre una capilla que ya existía cerca de una fuente de agua que se decía que era milagrosa. Os recomendamos además visitar la Villa Cahen con su jardín a la italiana y el parque de Villalba, que conserva una biodiversidad muy rica.