Coredo

Otro de los castillos trentinos es el de Coredo, con las contraventanas de madera blancas y rojas que son tan típicas del otro Tirol que está más al norte. No tiene el aspecto fortificado de otras construcciones similares, sino más bien el de un edificio residencial que ha pasado por varias adaptaciones a lo largo de los siglos. El castillo y el pueblo se encuentran en la vertiente oriental del valle de Non, sobre la SS 43 que recorre la parte baja del valle. En la localidad se puede ver la casa Marta, un bonito palacio de estilo veneciano con orígenes en el siglo XVI y donde el Ayuntamiento ha ubicado colecciones de etnografía campesina y costumbres populares.

Tras recorrer unos diez kilómetros se puede llegar a los prados y bosques de la meseta que rodea el paso de Predaia, a unos 500 metros sobre Coredo. Es un terreno perfecto para rutas de senderismo y en invierno para el esquí de fondo. Los ciclistas también se pueden divertir haciendo un circuito de más de 20 kilómetros que sube desde el pueblo para volver a bajar a través de Tres. Aquí, además, se puede hacer una parada para ver la iglesia de Sant'Agnese, donde la dinastía artística de los Baschenis nos ha legado sus frescos.

La mole con torres de Castel Bragher está a media cota, no muy lejos del descenso desde Tres hasta la carretera estatal. Es un edificio absolutamente notable y no solo porque conserva el archivo privado más importante de la región. Pero, precisamente, es privado: su propietaria es la misma familia que poseía Castel Thun. Nada de visitas.