Resumen
Bandera naranja del Touring Club Italiano
Una cinta de casas serpentea a lo largo de la cresta apenínica de Fosdinovo, hasta el macizo castillo de Malaspina, cuyos orígenes se remontan al siglo XII. Entre altos muros y torres, la fortaleza ofrece para ser visitada salas decoradas con frescos y una sala dedicada a recordar a Dante Alighieri, de quien se dice que fue pacificador entre las rencillas locales durante su exilio de Florencia. Un itinerario guiado por paneles explicativos -casi un museo al aire libre, que parte del aparcamiento- comienza en el castillo y ayuda a familiarizarse con el pueblo. La calle principal, que probablemente corresponde a un tramo del trazado de la Vía Francígena medieval, toca los edificios del Teatro y la Casa de la Moneda, los Oratorios de los Blancos y los Rojos, y la iglesia de San Remigio con la tumba de Galeotto Malaspina, de finales del siglo XIV. Pasamos por la Piazza Matteotti, la Piazza Garibaldi y la Piazza Cairoli, llegando con vistas panorámicas a la Porta di Sotto, luego al Fosso, que fue un mercado histórico, y finalmente a la Torretta. A pocos kilómetros por la carretera provincial 9 se llega al Museo Audiovisual de la Resistencia, con grandes paneles multimedia de la memoria patria. En cuanto a la gastronomía, el pueblo también tiene sus atractivos: Vermentino, aceite de Evo, miel de Lunigiana DOP e incluso Pomo Rodelo, una variedad local de manzana; no faltan los quesos.
