Resumen
Se puede llegar recorriendo el corso Vittorio Emanuele, que en el último tramo se abre a vistas panorámicas regalando epifanías del mar, más allá de la arbolada Piazza Scio. O bien puedes llegar desde el sur por el amplio paseo de viale Regina Elena, con la estación marítima reformada en 2005.
La torre es una construcción maciza de toba, erigida en 1671 por el príncipe de Ligny, en el extremo norte de la media luna del puerto. Desde su posición de avistamiento, tiene una función panorámica pero también medioambiental, como si tuviera que repartir los vientos y las aguas, y arqueológica, porque en su interior alberga el Museo Cívico.
Pero hay una cosa cierta: desde aquí la vista es espléndida y si caminas alrededor de la torre y miras hacia atrás podrás ver la ciudad con su forma curva y el monte Erice, mientras que si miras hacia delante podrás ver las islas de Favignana y Levanzo. El pequeño museo alberga una interesante colección de arqueología marina, con anclas, ánforas de época romana y púnica. Destacan los yelmos romanos de la Primera Guerra Púnica (264-141 a. C.) y un rostro de bronce recuperado del mar que data de la misma época.
