Resumen
El salón de la ciudad: el elegante corso Vittorio Emanuele es la principal calle peatonal del casco antiguo, dominada al este por la fachada de mármol rosa del palacio Senatorio, sede del ayuntamiento. Con su arquitectura barroca, adornada con estatuas y columnas, un balcón y dos relojes separados por un águila imperial, el palacio añade un toque de pompa a los ya refinados palacios del siglo XVIII que flanquean la calle. Hay tiendas artesanales, especialidades culinarias y varios bares animados ideales para desayunar, tomar un aperitivo, un granizado trapanés hecho Dios manda, y que poco a poco se animan hasta llegar al vibrante momento del paseo nocturno.
A la calle también se asoman algunas de las iglesias más importantes. Inmediatamente a la derecha se encuentra la iglesia del Colegio, con su fachada barroca adornada con estatuas que se erigen como cariátides. Al lado se encuentra el edificio del colegio de los jesuitas, mientras que si continuamos más allá llegaremos a la catedral con una portada de 1740 y precedida por un pórtico. La calle frente a la catedral conduce a la iglesia del Purgatorio del siglo XVII, que alberga las 20 estatuas que se sacan en procesión el Viernes Santo. Al final de la calle se encuentra Via Torrearsa, donde podrás dar un paseo dejándote hechizar por los escaparates de las bonitas tiendas.
