Resumen
Descubriendo la rica historia de Brescia
Quien visite Brescia no puede perderse una parada en el gran Museo de Santa Giulia, el principal de la ciudad. Ubicado en un complejo monasterial de origen longobardo, se encuentra en pleno centro histórico, entre lugares emblemáticos de la ciudad como el Palazzo Tosio, el Palazzo del Broletto y el Duomo Vecchio.
El recorrido expositivo serpentea por las numerosas salas del antiguo monasterio, ofreciendo a sus visitantes la posibilidad de admirar objetos y obras de arte que abarcan desde la Edad de Bronce hasta finales del siglo XIX, procedentes todos ellos de la provincia de Brescia. Continúa visitando la iglesia de San Salvatore, antiguo núcleo del monasterio, y el coro de monjas construido en el siglo XV junto a la iglesia.
Si la primera parte del recorrido está dedicada al arte sacro, con pinturas, estatuas y frescos, la segunda se centra en la historia de Brescia y sus alrededores, con obras que han llegado hasta nosotros desde la prehistoria, pasando por el esplendor de la época romana, el periodo de esplendor bajo los longobardos y carolingios, y la dominación de la República de Venecia.
