Resumen
Situada a pocos metros de la céntrica Piazza De Ferrari, la catedral de Génova, la catedral de San Lorenzo, es el lugar de culto más importante de la capital ligur. Desde el exterior, se ve majestuosa e imponente, con su fachada de bandas blancas y negras, la torre del campanario y los detalles arquitectónicos que la convierten en una auténtica joya.
La catedral, construida alrededor del año 1098 sobre una antigua basílica, se fue ampliando a lo largo de los siglos de formas aún más preciosas y solemnes, para luego custodiar las cenizas del patrón de Génova, san Juan Bautista. El interior de la catedral está dividido en tres naves por una serie de columnas y capiteles de estilo románico.
Todavía hoy circulan alrededor de la catedral de los genoveses historias, leyendas y curiosidades realmente fascinantes. Una de ellas se refiere a la presencia de una copia de un artefacto de guerra, una granada inglesa que no ha estallado. Cabe mencionar, sobre todo, el Sacro Catino, es decir, el plato que habría utilizado Jesús en la última cena.